domingo, 19 de febrero de 2012

DE COMO DESPEDI EL 2011 Y RECIBI EL 2012 - CON DELAY

"Guereli Paichu soufa / Guereli Paichu mama / Guereli Paichu prehue".
Quedense tranquilos: no estoy hablando en un dialecto extraño sumida en mi locura... aún no.
Se trata de una de las estrofas de la canción que más le gusta a José de Catupecu Machu; y su parte favorita es el otro único fragmento de la misma: "Parate Polaco Jose / Parate Polaco Jose / Parate Polaco papariche"... que se repite con el anterior, una y otra vez!
Entiendanme, no tengo nada en contra de "La Polca", dicha melodía de Catupecu - de hecho fue la primera que escuché de la banda, allá muy lejos, un verano perdido en los recuerdos, de la mano de un chico que me gustaba mucho, así que está entre una de mis más queridas -, pero teniendo estos muchachos tantas letras que te dan vuelta la cabeza y una potencia musical tan extrema, sentir esta su más espectacular creación... bueno, qué sé yo, yo qué sé... allá cada uno!
Habiendo escrito: "Conciente de mi inconciencia me creo sin fin / Y subo mucho más alto que ayer / Llego al extremo, lo paso y empiezo a sentir / que con los ojos cerrados se ve", y sonando como suena "Y lo que quiero es que pises sin el suelo" - esta, una de mis prefe -, no? Igual seguis eligiendo la otra?
Lo peor no reside simplemente en esto, por supuesto.
José continuaba su discurso con la aclaración de que su atracción hacia esa lírica se debía pura y exclusivamente a dos motivos: la banda había cumplido su cometido de que nadie, literalmente, entienda el significado de lo que dicen; y además, pronunciaban su nombre.
Le encantaba condimentar nuestras charlas con su ironía.
Pensaba que Catupecu intentaba tener algo del aura de Los Redondos o Sumo haciéndose los rebuscaditos a la hora de decir algo...
"Abro el costurero, busco y salgo a descoser", coreaba mientras lo hacía escuchar la canción que antes mencioné, y retumbaba su risa socarrona en toda la casa; le daba un sorbo a su fernet 70-30 y proseguía: "Quién es? La costurerita que dió el mal paso?", y volvía a reir, para culminar: "De qué se supone que está hablando?"...
De lo que cada uno interprete al escucharlo, nenito, como todas las canciones del universo mismo!
Ay, cómo me fastidia la gente que cree tener superioridad musical! Me revientan aquellos que critican a mansalva y con saña toda la música que no les gusta! - yo sé que me vivo burlando del reggeaton, pero lo hago dentro de un contexto, jamás me pondría a decirle a alguien que lo disfruta que su gusto me parece una mierda! No lo comparto, pero eso no me da espacio para insultarlo, innecesariamente...
Mi papá siempre me decía: "No se dice qué asco, se dice a mi no me gusta"!
En fin, me estoy yendo por la tangente, y apenas arranqué a escribir lo primero que pensé fue en ser breve... jajaja, claro, ponele! Eshhhhhh imposhible!, diría una gran amiga.
La cosa es que hablo de José porque José siguió estando, apareciendo, siendo - sobre todo fue más de lo último que otra cosa... se zarpó un poquito con eso de "let it be" y "ser o no ser" y tópicos relacionados y... "hola, a ver, cómo te lo digo, no estás siendo el más fácil de los seres y me estás fastidiando un poquito con tanto yoísmo, sabes?", escupí una noche que se despachó con Tarantino y Almodóvar... no, chiquito, ubicate estamos?!
La vida para José se trataba de eso: todo lo que no me cabe, es una porquería!
Habíamos conformado más bien una relación de amistad, con ciertos derechos a roce... algo así.
Es que yo trato de hacerme la superada en ciertos aspectos, pero no me termina saliendo.
Y si, yo no podía dejar de pensar en Juan... inagotablemente... ufa!
Y mi cabeza y mi cuerpo no pueden permanecer separados demasiado tiempo... y, se va el pibito que hay en mi y aparece la nena - y sí, en algún momento tiene que asomarse.
Quizás que me desboqué esa noche de lucha cinéfila con José, pero todo pasa por algo y lo nuestro no tenía que ser...
Algo que confirmé cuando para navidad cayó de visita la ex mujer del susodicho, con niño a cuestas - declarado ante mi, previamente -, en plan fiestas familiares... y ahí está, todavía, muy tranquilita tomando mate, instalada en el placer de la reconciliación... Y bue... Que tengan la mejor de las suertes!
Yo, por mi parte, hice nochebuena ultra tranqui, comiendo con dos amigos isleños que estaban colgados - en todo sentido -, aprovechando que el clan familiar andaba disperso por diferentes lares... Comidita rica, charla amena, risas perfumadas... Buen plan, sin lugar a dudas.
No pude huir de mi abuela y mis tías al mediodía siguiente, pero di una vuelta de tuerca y fueron ellas las invitadas a mi morada - carente de toda señal navideña: "ay, Manuchita, siquiera decoraste algún arbolito", coreaban horrorizadas por mi falta de espíritu jingle bell...
Me queman un poco la capocha, pero me arrancan carcajadas, también. Fue lindo compartir con ellas.
Mis padres y hermanos seguían cada uno por su lado y pintó el año nuevo improvisado.
La noche del 31 me sorprendió emperimpollada y en medio de una fiesta ajena, en compañía de viejos amigos de mi antiguo trabajo, con Mariano a la cabeza del grupo... chupate esa mandarina!
"Sí, fui infiel / sí, fui cruel / fui pendenciero, inconciente y tantas otras cosas // Y sin embargo quiero significar cuánto más te puedo dar // No me abandones hoy mi vida / No me abandones todavía", interpretaba Kevin Johansen con esa voz que te baja los calzones y Mariano caminaba de un lado a otro del parque en el que estabamos, subiendo y bajando la mirada hacia mi...
Y yo qué hacía?
Borraba de mi memoria todo rastro de lo imbécil que fue conmigo este cachivache profesional!
Le sonreía cual tarada mientras él se meneaba, con la gracia de quién no sabe bailar ni le interesa, al ritmo de "Dame otra chance con un poquito de romance / y una buena performance para que te canse" y se sonreía con su carita de "tengo la certeza que esta noche nos vamos juntos"... Nooo!!!!
Me armé de estrategias varias para esquivar un momento a solas con él. La música no ayudaba... ni el clima... ni el complot interno que se estaba presentando entre lo que analizaba y deseaba... Un garrón!
"Parece que no, pero sí / No te miré, pero te vi / Ay, si pudieras ver lo que no demuestro / Ay, si la vieras / La procesión va por dentro", desentonaba yo entonada por varias copas de champagne y bailaba abrazada a uno de mis amigos bajo el seguimiento del par de ojos chinos de Marianito.
Sé completamente lo que va a pasar: me voy a dar un atracón! Siempre es el mismo esquema, la misma ecuación... lo que varían son las X y las Y... pero es el mismo problema!
Primero viene la negación, el intento desesperado de detenerse a uno mismo, de venderse eso de que uno es fuerte y puede.
Falla, indefectiblemente.
Y ahí se dispara la ansiedad mental, se despiertan las mil y una instántaneas de cómo se va a disfrutar el motín preciado - sea este un chocolate o un hombre.
En ese momento, se precipita uno al mísmisimo atracón en sí. Devora el momento, casi sin goce alguno. Uno se atora a medida que aún hay destellos de discernimiento... y eso no puede caer bien nunca!
El malestar se hace presente - uh, ese es el peor instante de todo este recorrido!
Qué hice? Por qué?
Desaparecer no siempre es posible, aunque se desee con todas las ganas.
Le abrimos paso a la Culpa... y colorín colorado!
Es un círculo vicioso, reiterativo, insoportable... pero no hay caso, che, hay cosas que no se aprenden.
Yo me conozco... soy una pelotuda! Oficial, graduada, 100%!
Mariano se merecía un buen sermón de mi parte, o un tirón de orejas, o una patada bien dada en las p... pero, eso no iba a suceder, obvio... Iba a caer, como mosca!
Se acercó lentamente y me agarró con poco disimulo de la cintura. Me habló bien cerca al oído, no entendí qué susurró, tampoco me importaba. Me respiraba pegadito al cuello - sabe que eso me pone fuera de mi. Y se alejó con su gesto de partido ganado.
Yo estaba estupefacta. Ni pestañaba.
Qué básico sos, flaco! Tan, tan que cómo que no, no? Me aburro al ya tener todo descifrado.
Como ya dije: todo pasa - o no - por algo.Hay que leer correctamente las señales.
Un par de amigos se iban y ofrecieron llevarme y no lo dudé un segundo, fue como una especie de instinto de supervivencia: me fui con ellos... dejando a Mariano calentando los dos porrones de cerveza que había ido a buscar para sellar su rutinita de conquista!
Me fui con la sensación en el pecho de haber cumplido con uno de esos cometidos que me propongo en la listita de cosas para hacer en el nuevo año que se me cae encima.
Amanecí en el departamento vacío de mis padres - no iba a regresar a mi casita isleña, lógicamente -, con un nuevo compañero que iba a desplazar feo a esa molesta de Culpa: Orgullo!
Orgullo es sonriente, rosado y rechoncho. Me cae de bien, es tan lindo!
Claro, Culpa no se iba a ir así nomás, sin dejar rastro... Me dejó una resaca horrible de souvenir!
Pero igual festejo y canturreo inyectada de felicidaT:
"Si no te pido nada / Si no te pido nada / Si no te pido sabes por qué yo sé bien que no queda más nada / Si no te pido nada / Ya no me expliques nada / Yo sé que cuando muere un amor / sólo queda llorar en la almohada / Y no me voy a quedar alucinando tal vez que tú regreses / Estoy de acuerdo con vos / que todo tiene el final que se merece / Yo sé que mi tiempo es hoy / como dice mi analista / que no vale proyectar mi culpa hacia los demás / No hay que ser tan pesimista".
Bienvenido, 2012, bienvenido.