Evidentemente no puedo evitar musicalizar mi vida, de algún modo.
Creo que tengo que dejar de ver "Ally McBeal" y todas esas series y películas regordetas de melodías...La noche fatídica con Juan me dejó nock out.
Tuve que remar un buen rato en compañía de todos mis amigos y tratar de poner cara de poker cada vez que alguno se preguntaba dónde mierda se había metido el susodicho. Yo tenía muchas ganas de saberlo, de hecho, y muchas ganas de salir corriendo a buscarlo e intentar explicar lo que no tenía idea cómo explicar...Hundida hasta la coronilla!
En cuanto emprendí retirada comencé a caminar en la noche, sin saber a dónde ir ni qué hacer exactamente...Tenía una necesidad imperiosa de ponerme a gritar, a patalear, a llorar! Pero, no pude hacer nada. Estaba paralizada mientras mi cabeza daba vueltas y más vueltas... Panic Attack!
Me puse los auriculares y Cerati me susurraba: "No te confundas, no sirve el rencor / Son espasmos después del adiós"... Y sí, evidentemente pongo canciones tristes para sentirme mejor... Mis pies se movían, pero no estaban yendo a ningún lado... Mi cabeza andaba peor..."Poder decir adiós / es crecer / Uhhh", insistía Gustavo en stereo...
No, no estoy lista para crecer se ve... porque no pude desprenderme tan facilmente de la idea de dejarlo así, de dejarlo ir...
Escuché a la niña que hay en mi, y decidí hacer algo sin pensar, algo que en mi mejor momento de sensatez jamás se me cruzaría por la cabeza... Arriesgarme! Chan!
Como buena novata tenía en mi cuerpo esa exaltación cocteleada con nerviosísmo, que no sabía si todo estaba en verdad sucediendo o era parte de una alucinación.
El gran Gustavo sirvió de inspiración. Y ciertos aprendizajes nuevos, que me mostraron que a veces hacer el ridículo puede ser lo más catártico del mundo, me envalentonaron!
"Espera / no te enojes esta vez / Lo vi venir / Como siempre la reacción / es tan lenta como mi voz / Arrasando con la razón / el tsunami llegó hasta aquí / Lo vi venir"...
Acompañada por un amigo muy groso, que me prestó su talento con la guitarra, ante un llamado de emergencia en mitad de la noche - sólo puedo argumentar que lo apodamos "Loco", como para que entiendan la razón sin razón de su presencia ahí -, entonaba "Me quedo aquí"... clavada como una estaca al suelo... frente a la ventana de Juan!
De pronto recordé la serenata que él me había obsequiado para mi cumpleaños. Me acuerdo que se me grabó en la piel percibir, en ese momento, algo en su mirada, en su forma, de decirme: "Ni en pedo soy de hacer esto, y vos no sos de demandarlo... pero en el fondo, te encanta, porque yo sé, que en el fondo, sos nena". Me di cuenta que me conocía como pocas personas... y me estremecí!
Pero, como también soy muy nene... Besé una flor muy bella y me dejé llevar... Busqué un compañero de odisea que me transmitiera coraje... Le robé dos sorbos a su petaca de Juanito el Caminante... Y me lancé al vacío! Como haría cualquier cachi que se preste...
"... con todo aquello que conoces / a veces hago todo al revés...", en medio de la oscuridad cantaba... y me temblaban la voz y las piernas y el alma... pero cantaba con todo el sentimiento, esperando ser escuchada...
"... terco como soy / me quedo aquí...", volaban mis palabras en el viento... y de pronto, la luz de su living se encendió, y lo vislumbré con mis ojos miopes detrás de la ventana... estático - y en cuero... que bueno que está, pensé!
"La tinta no secó / y en palabras dije muchas cosas / pero en mi corazón todavía queda / tanto por decir...", es complicado llevar el ritmo y recordar con precisión la letra cuando una se está queriendo morir muerta, he descubierto... Un par de vecinos ya se habían asomado, algunos chistaban atrincherados tras sus persianas... y yo deseaba con todas mis fuerzas ser invisible o que la tierra me trague... Y él no puede evitarlo, se empieza a reir!
Otra vez, me conoce... Qué miedito! Sabe que lo estoy sufriendo y que la mejor forma de tendría de lidiar con eso sería riéndome de mi misma... pero, a la vez sabe que yo intento estar en una postura determinada y una risotada no quedaría acorde, entonces me esfuerzo en no tentarme... Y eso, ese pequeño fragmento de dominio sobre mi persona, le encanta! No, mascarita, si yo también te conozco... Tembla!
Afortunadamente, también me sabe terca... y bajó justito a tiempo, entre la estrofa final y el silencio póstumo - que me haría sentir cuál phsyco woman...
"Y si no, no aprendimos la lección", y mi guitarrista se lució con su solito final, unos vecinos aplauden, otros insultan... y Juan abrió la puerta, descalzo, en boxer y camiseta, con un pucho en la boca y agita serio: "Qué conventillera resultaste!", pero no se aguanta la carcajada y nos tira: "entren que acá hay algunos capaces de lincharlos". El Loco agradece, pero toma sus petates, me da un abrazo y se retira.
Quedamos los dos. Se saca el pucho, me mira fijo, se rasca el mentón, baja el escalón y se me pone cerquita: "vas a entrar o tenes show en otro lado?". "Planeaba ir por el programa de Iúdica, pero si insistis, paso", soy una inútil... eso se te ocurre decir?! what the fuck?! Se mordió el labio - amo ese tic que tiene, lo sabe él también, obvio, elemental! Sonrió, saludó a los vecinos y me cedió el paso.
Había llegado el momento, tenía que decir... uff! Qué difícil! No podemos adelantar esta parte y pasar directo a los besos y a la parte linda de la reconciliación?! Tengo que seguir humillándome, exponiendo demasiado sin red... Ufa!
Nos sentamos en los almohadones del suelo, me sirvió algo de tomar como para aliviar el gorguero y unas pitaditas para aclarar el habla y: "Cuando empecé a escribir el blog actué de la misma forma que esta noche... sin pensar en las consecuencias, solo por hacerlo, por así sentirlo. Se conviritó en un espacio muy mio, en un lugar donde podía ser yo sin importar otra cosa. No lo hice para los demás, para mostrarme, lo hice para mi. Sinceramente, pensé que simplemente me seguían un par de personas de mi circulo cercano - nonono, no dije eso, no? -, se me salió, perdón. A mi me comentaban mis amigas a las que ya les había contado eso que estaban leyendo. Siempre supuse que llegaba hasta ahí. Les cambié los nombres y les dibujé las actividades un poco a todos - aunque no me maté, tampoco! Ya sé que no me cambié nada a mi, así que la asociación aún es más sencilla... pero se trataba de un rincón donde encontrarme con mi propia identidad... y justo iba a trastocarla?! Porque yo soy Manuela Leis Lema, con todo lo que eso conlleva... Y, no pensé en los demás. Mi primera experiencia como una egoista de mierda y la hago bien, eh?! Se ve que no es lo mío. Yo soy más la clásica tontita que pone primero a los demás. En fin...", otro sorbito de valentía: "..., yo no quise lastimar ni exponer a nadie, no lo escribía desde ese lugar. Si te jodí, perdoname... pero no me arrepiento de haber escrito lo que escribí, porque era exactamente lo que sentía en ese instante... Como mañana, posiblemente, voy a escribir lo que estoy sientiendo en este momento... Porque mi blog se trata de eso, de cometer sincericidio tras sincericidio y con eso ir creciendo... Somos lo que hacemos? Somos lo que pensamos? Somos lo que sentimos? Yo soy esto... lo que soy, lo que escribo... Impresentable, puede ser... Fuera de lo normal, ponele algo especial... Pero... te amo... con toda tu cachivachez y tus manías... no me interesa cambiarlas, si vos no te metes con las mías... Y no sé si este fue el modo correcto de hacer las cosas, pero es como salieron, como se dieron...".
Cricricri.... Tengo la sensación de haber estado exponiendo mi tesis con toda pasión y ahora estoy a la espera de ver si me dan el título los catedráticos. Niente!
"Eso, Juan... Yo te amo, si? Hace mucho, mucho... Me di cuenta hace poco, pero... Te lo tenía que decir..."
"Para poder escribirlo en internet tranquila?!", socarroneó.
Uh, no, nene, no entendiste nada!
Me levanté y comencé a juntar mis cosas. Mensaje recibido.
Juan se quedó cruzado de piernas, apagó el pucho y me miró: "Así vas a terminar la historia?! Un poco sosa, no? Sabés que le podrías agregar...", no lo dejé seguir: "Anda a cagar, Juan", le estampé. Se paró de un salto. "Anda a cagar? Pero, si te estoy tirando una idea... de alguna forma también soy protagonista, así que puedo opinar, no?". No lo estaba queriendo ni un poquito ni nada. Odiooooooooooo...
Quería ser una vez más la de la última palabra, pero me ganó: "Meme tenía ganas de pegarme, pero se contuvo. Yo tenía ganas de matarla, pero no podía. Tenía la misma cantidad de ganas de besarla, pero no quería. No me gusta dar el brazo a torcer. Pero, es tan linda. Aunque está loca! Es loca! Pero es linda...". Silencio. "Y me gusta...". Silencio. Miradas. "Pero Juan no dice nada. Y yo no digo nada.", continúe... Silencio. Miradas.
Se besaron - aunque no logran ponerse de acuerdo en quién lanzó el primer golpe -, y se besaron y se besaron...
Y no me deja poner nada más!
Demosle la bienvenida a "Juancito" - no, todo muy lindo, pero no voy a develar su verdadera identidad, tanto no estoy perdonada - al "Diario de Terapia de Meme", aportando sus propias líneas.
A veces las cosas no salen como queremos - bueno, en mi caso en verdad no es a veces, es casi una cotidianeidad -, los planes se arruinan, los deseos se opacan, las esperanzas andan devualadas... y no se puede ir por la vida esperando el momento en que todo este perfectamente bien - algo tan lejano a lo verosímil - para hacer las cosas que anhelamos... Y para tomárselo con humor!
Por eso, Juan me entendió. Y yo a él. Bueno, un poco... seguimos trabajando en eso!
No les digo que los voy manteniendo al tanto, porque es algo que no calificó ni como "negociable"... Hasta ahí llegó su amor...
Y colorín, colorado... hasta aquí llegó este blog!