jueves, 31 de marzo de 2011

IL RITORNO

Obviamente, no me alcanzarían ni el tiempo ni los dedos para contar absolutamente todo lo atravesado en estos siete meses (parí mi propio bebé prematuro), pero en mis siguientes posts me iré deteniendo en las cosas más relevantes (bueno, para que mentirles de entrada, puede que me desvíe por alguna tangente de poca monta, ya me conocen). Voy a arrancar por lo último que escribí (ya que por algún lado hay que empezar): sigo leyendo esos blogs acompañadores, pero por suerte mis insomnios hace rato me abandonaron… Claro, no fueron los únicos… Padecí otros tipos de abandono que ya irán asomando entre líneas. A mis tres mosqueteros del corazón, les dedicaré un capítulo individual per capita, intentando resumir en algunos párrafos todos los vericuetos de las respectivas historias. La misma suerte correrá mi vida laboral, y tal vez, algunos momentos en particular… Todo, todo… coming soon!

martes, 29 de marzo de 2011

lunes, 28 de marzo de 2011

NO TE DES POR VENCIDO NI AUN VENCIDO

Decía Almafuerte en su bello poema. No fui a la guerra, precisamente… Pero tuve que dar batalla. Mejor dicho, darME batalla… a mi misma, una vez más, como siempre, incansablemente… Y fui y vine, subí y bajé, trotamundié sobre y dentro de todo mi ser… Y volví… pensé que no iba a hacerlo. No tenía fe en mi, supongo (una vez más, como siempre, incansablemente, blablabla)… Postergación se instaló el año pasado en casa, cerca de la fecha de mi cumpleaños. No es que cayó de sopetón, sino que vino primero una tarde a tomar el té, después otro día pasó a cenar, otro se quedó a dormir… y así, hasta que me dejó el cepillo de dientes en el baño y cagué! Culpa estuvo más recatada. Caía cada quince días, hacía una visita tipo médico, me comía el coco un buen rato y pufate… desaparecía! Pero, me parece que conseguí pasar de ella… O al menos, eso le hice creer. Postergación, por su parte, seguía persistentemente firme al pie del cañón. Si alguna noche insomne mi cabeza rondaba la idea de levantarme y volver a escribir, ella se aparecía del rincón más oscuro y con toda su pereza me abrazaba, atrayéndome hacia la cama. Mala ella. Y tonta yo. Mis tiempos se complicaron (por razones que explicaré en alguna próxima entrada). Mi vida, en sí, se complicó un poco… algo… bastante. Hubo momentos en que no pude compartir eso con el exterior, y otros donde no quise (bicho bola, obvio!). Pero, hoy siento que vencí un poco a los demonios para bailar un rato con los ángeles, y estuve ciega para ver con mayor claridad, y me cerré… para abrirme más. Esta mañana me levanté a pie juntillas para no despertar a Postergación, le tiré un beso desde el umbral de la puerta y me puse a escribir. Cada tanto sentía que me chistaba, para captar mi atención. La muy zorra me susurraba: “Ya pasó tanto tiempo. Dejalo así. De acá a que te pongas al día.” Yo cantaba bien alto, como hago siempre que tengo miedo (es mi forma mejor de rezar). Cantaba y escribía. Cantaba: “Habrá que encontrar un lugar para esconderse / o habrá que entrometerse un poco más / Habrá que desempolvar el disfraz de valiente / y salir a tropezar…” Y escribía esto: “MEME IS BACK… UNA VEZ MAS”.