miércoles, 7 de abril de 2010

VACACIONES EN LA PLAYA III - AMOR DE VERANO

Damián Santoro fue mi primer amor de verano…
Yo tenía 13 cuando lo conocí y él 15… Creo que fue, directamente, mi primer amor, más allá de la estación… mi primer enamoramiento… ese que te hace tener ganas de verlo, vergüenza al verlo, emoción por verlo… en fin, lo grafica siempre mejor el gran maestro gran, Mario Benedetti: “resumiendo / estoy jodido / y radiante / quizá más lo primero / que lo segundo / y también / viceversa”… eso representaba Damián para mi… ese primer sentir por alguien…
Ante todo, en ese veranillo tan lejano ya, Damián me ignoraba, lógico… Y yo no demostraba ante nada ni nadie que apenas me podía sostener en pie ante su presencia (no será mucho?! noooooo… así lo creía… y era parte de la magia, no?)… Nos fuimos acercando a través de unos amigos en común y no nos caímos bien al instante mismo de intercambiar las primeras palabras… Yo le debo haber parecido una loca de mierda – que ya lo era – y él a mi me pareció un idiota – que lo era, con nitidez y ahínco…
Los años pasaron y, como suele suceder, las cosas se complicaron…
Damián me sacaba de mis casillas… me gustaba mucho y me ponía muy nerviosa… pero, creo que lo peor era que yo no podía aceptar que ese nabo creído, agrandado y zaraza zaraza me pudiera mover un pelo a mi, a mi!!!
Una noche, finalmente sucedió… y nos dimos unos besos… No fue la situación más romántica del universo, por supuesto… de hecho, fue por una apuesta… No me viene a la mente lo que apostamos ni cuál de los dos finalmente perdió… pero, eso generó la situación, digamos… me acuerdo que estábamos en el auto del hermano de él, en el medio de la nada y me besó… y a mi me agarró un ataque de risa! Qué hace este estúpido?!, pensaba… Yo me había dado ya un “primer beso” y otros subsiguientes también, pero siempre dentro del marco del boliche, sin pasar siquiera a una tocadita de teta ni nada - eran otros tiempos -… Ahora, yo tenía 16 y otras cosas en la cabeza… Él 18 y una sola cabeza para todo! Después de la risa, vinieron las ganas… pero, seguía siendo Damián… estaba segura que si algo pasaba, se iba a estar mofando de eso al día siguiente, porque se caracterizaba por lucir su estupidez a los cuatros vientos… Así que, comportándome como una nena buena, le dije: hasta acá llegamos, el túnel está cerrado… No presentó oposición, pero, tampoco se conformó con el calor de los besos y prefirió devolverme a mi casa…
Después de eso, todo cambió… Cada vez que tenía oportunidad jugaba con mis sentimientos… y, después de muchas idas y venidas, un día le dije: chau, nos vemos en Disney!! Y se cortó…
Supe de él por conocidos, como supongo que él habrá sabido de mi… pero, nos perdimos el rastro casi obligatoriamente…
Hasta ahora…
Iba camino al supermercado cuando se me cruza un auto… al volante, Damián! Damián adulto, Damián se parte… Charlita de rigor, de esas en las que siempre está todo bien y no hay mucho por contar – después de casi diez años… jajaja, si fuera cierto, que patético!! Él estaba con una chica en el auto, a la que presentó por su nombre de pila, pero, por como me clavaba la mirada, era la novia, esposa o concubina…
Cuestión que “chau, che, que loco verte… estás igual y blablabla”… taza taza… Voy a hacer las compras y vuelvo a casa… Siento a Loli parla que te parla y cuando entro: upa lala el nene! Damián sentado, mateando, muy cómodo en el sillón… Amparo brillaba por su ausencia y Loli decide, justo, ir a bañarse… Bueno, a ver… what´s happening?!
Damián da unos golpecitos en el espacio vacío a su lado, como invitándome a tomar asiento… lo hago, pero en la silla, lo más lejos posible de su sombra… Mejor ponerle distancia, sé con que buey estoy arando… Se hace el conversador, se hace el disimulado y se va acercando, como un león… Sin escalas, me quiere comer la boca… Jajajaja, me río como una hiena, lo trato como una yegua… Pero, chiquitito, a dónde te crees que vas?!
Me regala un discurso que no le compro, pero, no le corto del todo el mambo, ya que muchas veces me pregunté qué hubiese pasado si… con él… Y, nunca es tarde para la revancha… Pero, voy a disfrutar el verlo arrastrarse un poco… Finalmente, se va, llevándose consigo el número de mi celular… Y bue… fácil, no, che, accesible!!
Al día siguiente, alrededor de la misma hora, manda mensaje a ver si pico… Mis amigas me ceden la morada y lo invito a merendar… muy remember de viejas épocas… cuando éramos los “Verano del ´98” del lugar…
Mate va, mate viene… se acabó la yerba… un “te acordás” por acá, una caricia por allá, besito robado, besito prestado, besito entregado… Nos atacó la vorágine del tiempo perdido y terminamos en el dormitorio prontamente… La pregunta… why?! Quién nos mandó a despertar esto? Por qué no pudimos dejarlo en la cuna del pasado, durmiendo tranquilito? Nadie me aviso que a veces a los “que hubiese pasado si”… seguía esto!!!! Qué desastre! La destrucción total de suposiciones que llevaban a buen puerto para esto! Para que me escupan la puta verdad a la cara!!! Si yo me hubiese garchado a Damián a los 16 años… no lo hubiese hecho nunca más!!! Hubiese pensado: si es esto, paso!!! Que horror!!! Qué desilusión!!! Que mal coge este pibe!!!
En medio del coito no pude evitar la risa, quería contenerla y se me piantaba un lagrimón… Y, para colmo de males, no sé qué película estaba mirando Damián, que me decía muy cerca del oído, impostando el tono de voz – como si fuese Gonzalo Heredia, pero le salía como Laport – o sea, basta de cosas desagradables! - : “Te gusta, no? Yo sabía que te gustaba así”… Noooooo!!! Despiértenme de esta pesadilla… Me va a seguir todas las temporadas diciéndome: “Sé lo que hiciste el verano pasado”!!! Acabate por favor y retirate de mi casaaaa!!! Me esforcé en pensar en otra cosa, en cualquier cosa con tal de poder concentrarme… concentrarme en la cara de Juan, o de Agustín, o de Mariano, o aunque sea en el trípode de Pamplona… algo que me permita no sufrir este momento… o no cagarmele de risa en la cara a este mamerto que se cree mil!
Gracias pánico por atacarme hace años, en ese autito, haciéndome pensarlo mejor… Gracias a vos no me cagué la vida… pero no por no conocerle la cara a dios a esa edad, sino porque si este muchacho lo hace así, con los supuestos años de experiencia, en esa época hubiese sido un calvario, me hubiese asustado demás y no habría querido ni nombrar la palabra sexo…
Nota: por supuesto, lo despaché y le saqué pasaje de ida nomás… byebye! au revoir! arrivederci! chaucito!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Meme, meme..deci que tus relatos me gustan mucho, y no se si esto es bueno pero la verdad, me identifico bastante..

Marianita

Meme dijo...

te quiero!!! testranio!!!!