jueves, 28 de enero de 2010

MISSING

Sí, ya sé… pasaron casi diez días desde mi última publicación y apenas si tengo excusas…
A continuación una breve reseña de mis hazañas en esta temporada de ausencia internetalística…
Martes y jueves de la semana pasada fui a correr con Agustín… bueno, en realidad él corría y yo trataba de no morirme en el intento… Más allá de que, claro, estaba atenta a no sudar en exceso, a que las partes flojas del cuerpo no rebotaran demasiado… Too much pressure! Y no saben lo que tardé en elegir el atuendo indicado… no pensaran que me puse unas calzas, eso es algo que no tengo en mi guardarropas desde comienzos de los 90!!! Tampoco daba ir de joggineta, por un lado porque iba a parecer más pibe que él, y por el otro, porque hace un calor de cagarse y esta bien el sacrificio por el chongo, pero tampoco la pavada!!! Así que me clavé las queridas babuchas y allá fuimos… Él estaba de riguroso shorcito de atleta y musculosa (por lo general, no me gusta el hombre en camiseta, pero a este muchacho se le perdona todo!)… Lo primero que hizo fue criticarme las zapatillas (perdón, sólo poseo All Star… no me pidas unas Adidas 4x4 porque no tengo ni voy a tener jamás!) Eso fue el martes, para el jueves me compré unas… sí, tengo el sí fácil y soy débil, muy débil (lo tomé como una inversión para el amor… además, un poco me asustó todo lo que me dijo respecto a mi pobre columna y el hecho de correr con zapas no aptas! – o sea con gluten serían?!). Lo mejor de todo fueron las conversaciones, este nene me deja hablar como quiero, como puedo, como me sale… y me encanta! Se ríe conmigo (o de mi, me da igual) y sus acotaciones siempre son dulces y me levantan el ánimo (y la líbido, para que negarlo!)… Volví exhausta los dos días, pero feliz…
A todo esto, intercalando con Pilates y la profe que se cree que estamos haciendo el servicio militar vía reformer…
El viernes por la noche mi plumpy cuerpecillo no daba más… pero, se reabasteció de energía con una visita sorpresa!
Yo venía caminando, sudorosa y moribunda de mi clase de tortura – léase Pilates – cuando vi una sombra en el umbral de mi edificio… era una masa de cuerpo fibroso con una especie de joroba gigante… que resultó ser una mochila de campamento! Al principio, me dio un poco de miedito y dudé en seguir de largo, pero al aproximarme, mi miopía vislumbró una cara conocida… Leandro Silva… un ex compañerito de trabajo, de mis días donde todavía me dejaba llevar por la bohemia y mis ganas de ser artista y creativa… un ex compañerito que siempre me pareció que estaba bueno, con el que histeriqueamos bastante, pero no lo suficiente como para que pasara algo (qué raro!)… Con Leandro nos volvimos a encontrar a través del Facebook, después de años de habernos perdido el rastro… charlamos un par de veces, nos comentamos algunas fotos y ya… Según yo había entendido, andaba por el sur, viajando con un proyecto de laburo… Aparentemente el viaje terminó y el viento – o el destino – lo trajo hasta mi puerta… Pensé que era pura casualidad que justo estuviese ahí, pero enseguidita me aclaró que había llegado a Buenos Aires ese mismo día y que, como me había dicho por el Face, no tenía donde parar y como yo le había ofrecido mi casa… Cricricri… Sinceramente no me acuerdo, se ve que me agarró una noche solidaria o caliente y me hice la acobijadora de homeless por excelencia… Y bueno, ma´sí!!! Una pernoctada techo adentro no se le niega a nadie… al menos, a nadie tan bonito! Bah, no sé si es bonito… es muy mi estilo – físicamente hablando -, aunque tal vez se zarpa en hippie… Subimos y lo primero que hice fue ofrecerle el baño para una ducha reparadora – aunque en su caso era más bien necesaria (estuve a punto de ponerle una pipeta de mi perra). Después me tocó a mi, y más luego, compartimos una cerveza y una encantadora charla recordando anécdotas y gente que nunca más volvimos a ver… Qué loco, decíamos a cada rato, como para justificar, quizás, su toque de desubicación (o sea, todo bien, pero no tenés ningún pariente-amigo que te hospede?!) y mi cuota de demencia de dejar entrar a mi casa a alguien que apenas conozco… De repente tiró: “Bueno, ya hablamos mucho, no? Nos damos unos besos?!”… Y dale! Yo había percibido una onda ahí, pero, como el MSN puede ser engañador, no albergué ilusiones mayores… De golpe y porrazo – sobre todo eso, porrazo – el muchacho se quedó en paños menores… Mamadera!!! Disculpame, eso viene con papas grandes??!! Me puedo pedir una Fanta en lugar de Coca?!! Se puede comer con la mano o me traigo los cubiertos?!! A ver, cómo decirlo sin ser demasiado gráfica… No, no se puede… Sólo les diré que a partir de ahora, denominaré a Leandro como Trípode o Pamplona… Y sabe como manejarlo, todo un talento!! Para mi que lo mandó a adiestrar con César Millán… Luego del primer, y único – soy un ser humano después de todo – round, me desmayé… No tenía fuerzas ni para roncar… Cuando me desperté a la mañana siguiente, levanté las sábanas para corroborar que era cierto… y sí, era cierto! Como tengo problemas para decir no, Pamplona se me instaló todo el fin de semana – uno de los motivos por los cuales no pude escribir, ya que cada vez que me sentaba en mi notebook, él se me aparecía por detrás y relojeaba por encima de mi hombro lo que hacía (no hay nada que me fastidie más!!!)… Traté de ser relajada – en el buen sentido de la palabra – y disfrutar de dos días en compañía… Yo pensaba que eran dos días… Cuando el domingo estaba concluyendo y no le vi intención de levantar vuelo a este avión con sobrecarga, que se dejaba retosar en mi pelopincho con su flota flota… me empezó a fallar la paciencia!! A las 22.30 de ese mismo día, dejé la burocracia para otra gente y, con un listado de pensiones en la mano, lo invité gentilmente a retirarse de mi morada… No opuso resistencia – hasta me pidió disculpas, pobre… qué pobre, estúpida!! Es un desubicado!! – y se fue silbando bajito… Tal vez no lo vea nunca jamás, pero, bueno, yo soy vegetariana y no estaba pudiendo con tanta carne!!
Esta semana me deleité con Agustín… que pensó que mi dolor corporal tenía que ver con la actividad física, chiquito lindo… Si supieras… Me gustó el mantener una cierta complicidad con él, de esa que se da cuando compartís con alguien del trabajo algo más que la cotidianeidad de la rutina… Nos hacíamos chistes internos – que pusieron al cachivache de mal humor (típico, te ven bien y quieren lola, estás sola y no te ladra ni el perro del vecino!)… y el martes y hoy (ayer, tal vez, para la hora que termine de escribir esto) nos despedimos con un: “Nos vemos en un rato”… Pude coordinar un poco mejor eso de correr y no desfallecer… y, a pesar del cansancio, me siento bien… No sé si le gusto a Agustín o sólo le caigo simpática, pero mientras develo el misterio ya perdí 2.5 kg!!! Buenísimo!!!
La almohada me está llamando, gente, así que, prometo, nos vemos en breve… good night!

6 comentarios:

e1000c dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajaajajajjaPamplona! rellena de jamos y queso?!?!

Meme dijo...

si, y con tomate y otras hierbas... completita completita como a vos te gusta! jajaja

Anónimo dijo...

Tambien conocido como "Kilito de papas", ja,ja..buenisimo!

Marian

Anónimo dijo...

grande Meme!!! mejor dicho Leandro Silva!! esta perdonada la ausencia

Maru

Meme dijo...

chas gracias, las quiero!

Anónimo dijo...

jajajajaja!!Me robaste unas carcajadas...pensé que ya no las tenia conmigo...aguante la pamplona! Doc Rana