lunes, 18 de enero de 2010

ROTA

El miércoles pasado se me terminó la caja de garotos, a dos días, y muchísimas calorías, de haberla abierto…
Cuando arrojé al tacho el último papelito multicolor, me di cuenta que así no podía seguir… No por comer o por engordar, sino por angustiar… Basta, quién soy?! Mariana de Melo?! “Llora, llora, la llorona”… Por favor!!!
El jueves mismo me anoté en Pilates y tuve mi primera clase… fui con mucho entusiasmo, después de haber retomado mi dieta (que comencé el mismo lunes que la abandoné) y de haber atravesado un día tolerable en la oficina (decidí que mientras esté ahí me voy a tomar las cosas de la mejor manera posible – esperemos que el entorno colabore un poco – y que, no voy a dejar de buscar algo que tenga más que ver conmigo, con lo que anhelo… qué anhelo? Que buena pregunta, Mario!)… Yo ya hice Pilates en varias ocasiones, es una actividad “ejercitativa” (les avise que a veces uso palabras que no existen, no? esta me parece que es una) que me encanta… básicamente porque me gusta mucho todo lo que tenga que ver con la elongación y estar en posiciones raras (esto sacado de contexto o mirado con ojos retorcidos, suena mal… pero los que me conocen saben de que hablo, no es algo sexual… es de… infante no crecido, mas bien)… y además, estás echadita, nadie mira para vos ni vos misma – porque no hay espejos! Y encima, tenes que estar concentradísima en la primera posición de tus pies, en la respiración y en empujar el ombligo hacia adentro sin sacar las costillas!! Eso es demasiado para cualquiera!! Cada una a lo suyo… Iupi! Lógicamente, también hay que remarcar que es un excelente ejercicio para el cuerpo (es bárbaro para endurecer y tonificar – que creo que vendría a ser lo mismo –, aunque no es excesivamente aeróbico, así que no es que uhhh, cómo adelgazas haciendo Pilates… esto es casi una nota mental, para recordarme que me tengo que buscar otra actividad que me colabore con eso)... Le comenté a la instructora-profesora que hacía rato que estas cachas no se movían (algo obvio, supongo, para los ojos de cualquier entendido) y que quería empezar de a poco… Se ve que ella no pensó lo mismo, “a esta hay que darle con todo, sino no llega en forma ni al verano 2011, si se quiere poner una bikini esta temporada, a morir o matar!”, para mí que dijo eso… Y así fue, pasaron las dos cosas… al terminar, me quería morir y la quería matar! Me dolían hasta las pestañas… la vuelta a mi casa fue eterna… las seis cuadras más largas del mundo!
Y cuando llegué… no había luz! Buenísimo! Tenía que subir 11 pisos por escalera!! Me están cachando?! Los cuatro primeros pisos los subí con mucho dolor en mis piernas, así que los próximos cuatro los subí sentada y los brazos me mataban, por ende, los últimos tres los subí en cuatro patas… y morí de dolor de abdomen… Fue una copada completita la profe, no dejó afuera ninguna parte del cuerpo por torturar!! Menos mal que no tenía planeada una orgía para este finde (o un pijama party, algo!), porque no iba a poder ni hacer ojitos…
A oscuras, adolorida, pero con ganas de ver el vaso medio lleno… Me preparé un rico baño de inmersión – con espumita, velitas y otras hierbas -, me clavé el mp3 y a relajar! Me quedé hasta que se me arrugaron los deditos, como cuando era chica (ese era el trato con mi mamá, me dejaba quedarme hasta que se me pusieran las yemas como viejita)…
La luz volvió apenas empezaba a aburrirme de mirar las estrellas en mi balcón, mientras le hablaba a mi perra y a mi cactus (el único sobreviviente de mi maldición con las plantas – todas se me mueren, no sé que será, no me llevo bien con la botánica – igual, yo le hablo, que dicen que les hace bien… pero, claro… ahora que lo pienso, soy YO la que les hablo… quizás eso las mata!)…
Dormí horriblemente mal… no es que haya tenido pesadillas, sino que cada vez que me movía para cambiar de posición, me dolía una parte nueva del cuerpo… “La belleza duele, la belleza duele…”, repetía en lugar de contar ovejitas!
“Hoy me pedí sol y llueve / creí que era viernes y es lunes / y encima de mi cama se paró una nube negra / Hoy me siento mal / pero quiero estar bien / tengo una mala mañana / y no sé muy bien por qué / pero aunque empecé mal / hoy podría ser mi día”… así suena la alarma de mi despertador, con Jarabe de Palo cantando en mi celular… Qué puedo hacer, soy una optimista bastante pesimista…
Con esta canción, amanecí el viernes para ir al trabajo… al que no fui… es que le puse demasiada atención al fragmento que reza: “Tenía un montón de planes / los empezaré más tarde…” y me agonizaban las extremidades… tanto inferiores como posteriores, sin discriminar! Y sí, me pedí médico! Me lo merezco… desertar se siente bien! Con el médico laboral siempre pasa lo mismo, nunca sabes a qué hora va a caer… por ende, apenas se hace el llamado pertinente, es necesario abastecerse con lo preciso del afuera para permanecer adentro el resto de la jornada.
Salí a pasear rápidamente a mi perra y aproveché la vuelta para comprar algunas frutas y bebida, mucha bebida – calor, cruel calor!
De vuelta en casa, me abracé al aire acondicionado y me preparé un regio desayuno para tomar a pata ancha en la cama… Cambié la lectura matutina y obligada del diario, por un buen libro de mi biblioteca – oh, releí uno de mis preferidos “Un pez gordo”, de Daniel Wallace… Los libros tienen la capacidad de atraparme de una forma que muy pocas cosas lo hacen (tal vez el agua)… supongo que es por eso que, a veces, me tomo tanto tiempo en dedicarle unas horas de mi día a la lectura… nunca se cuando cortar, me digo: en el próximo punto, ok, en el próximo capítulo… y así y así (me he llegado a terminar un libro en un solo día – y no cualquier libro, “La tregua”, de Benedetti, es que alguien puede parar de leerlo?!).
Para la hora del almuerzo, ya había paseado por todos los ambientes de mi humilde morada, siempre bien acompañada de mi libro… y para cuando le dí el último mordisco a mi manzana verde, el señor Wallace le daba fin a su historia sobre ese increíble personaje encantador que me encanta!
Y ahora?!! Uh, si me empiezo a aburrir soy de molesta!! Me empaco como los chicos!
Así que antes de caer en eso, me puse a buscar qué hacer para matar mi tiempo… y decidí armar la pelopincho (una de 2x2 que heredé por ahí, pero se la re-banca)… Me costó un poco, porque no me entiendo bien con las que cosas del estilo “hágalo ud. mismo”, a mi denme todo ya listo! Para la hora de la siesta, mi mega piscina se estaba llenando y tocó timbre el médico… perfecto! Le dije que estaba descompuesta – es la clásica enfermedad fingida – me dio reposo, algo de dieta y si todo marcha bien, el lunes back to work! No hay problema!!!
A mitad de la tarde, me zambullí en el charquito verdi-azul que ancló en mitad de mi balcón terraza… Chau sofoque, hola alivio!!!
Llamé a una amiga y la invité a hacer punta terra, siempre y cuando trajera ron para hacer unos daiquiris (es que tengo tanta fruta en la heladera)… ni lerda ni perezosa, aceptó! Fue una noche divertida, de charla y risas… Después, empujadas por el alcohol, tal vez, nos pusimos a revisar el Facebook de Juan… para ver si podíamos encontrar algo que descifrara el por qué de su desaparición… pero no encontramos nada, bah, encontramos muchas minitas, muchas en su lista de amigos, de las cuales entramos a los perfiles habilitados y chusmeamos todo… y cuando decretamos que ya habíamos sido lo suficientemente pendejas, nos fuimos a dormir.
El sábado amaneció lloviendo. El plan de sol y pile… olvidate! Miramos películas y dormimos una larga siesta… A la noche, salimos con otras amigas… Y, como el mundo es un pañuelo, me crucé a Agustín… por eso, y porque fuimos a un bar que él va siempre con los amigos – me lo mencionó una sola vez, ni siquiera a mi, a otro compañero y yo lo escuché y lo agendé, como corresponde… Más allá del conflicto de los garotos, Agustín me gusta y algo me hace pensar que, tal vez, yo a él también un poco le gusto… pero no se anima… o, tal vez, son alucinaciones mías, pero con tentar un poquito a la suerte, no perdemos nada, cierto?!
Lo divisé apenas entré, estaba con su chomba de rigor, sus jeans y sus zapatos náuticos (parece rugbier o cheto por la descripción, pero en verdad no es ni una ni otra, es más un look de pibe de campo que se viste para ir a la iglesia, de nene bueno… algo así!)… No me acerqué, dejé que me viera primero… en un momento, nuestras miradas se cruzaron y movió su boca diciendo “hola”… y me sonrío… y me derretí! Es que es tan lindo, tan… Nos juntamos a medio camino del salón y nos pasamos toda la noche hablando… con él es como que puedo ser yo, no sé cómo explicarlo… siento que no tengo que impresionarlo o disimular ciertas cosas, salvo lo nerviosa que él me pone… Igual, creo que me zarpé, arranqué contándole como me rompí los dientes al desmayarme pasada de tequila hace unos cuantos años… y, bueno, si eso no lo asusta… ya lo hará todo lo demás!
El bar cerró, sus amigos se fueron, mis amigas también y me alcanzó hasta mi casa en su auto… cada palabra le seguía a la otra de manera natural, nos hacíamos bromas como si siempre lo hubiésemos hecho, como si la confianza estuviese arraigada hace rato entre los dos… se sintió bien. Agustín no subió a casa, ni yo lo invité, ni intentó besarme, ni yo busqué algo más que eso… Fue todo el contexto en sí lo que valió la pena… al menos, por el momento!
Dormí hasta pasado el mediodía del domingo… con una sonrisa dibujada en el rostro!
A mitad de la tarde, me puse a limpiar el agua de la pileta – qué de cosas volaron con la tormenta… Me sonó el celular. Mensaje de Agustín: “Te olvidaste algo en mi auto ayer”… Mmm, será un beso?!! Le respondí, sugestiva: “Y que será?!”. AGUSTIN: “Parece ser un neceser, mañana te lo llevo”… Qué cosa con este pibe, che! Siempre me hace el entre y después… o seré yo la que entro solita?! Un neceser… que hombre en su sano juicio conoce la palabra neceser… haceme el favor!!!
Será que una no podrá tener un domingo no tan domingo??!!! Y para colmo de males, me sigue doliendo todo… así estoy, rota de cuerpo y alma!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

genial, como siempre...Meme, estas segura que no nos conocemops de otra vida?, ja, ja!

Marianita

Meme dijo...

seguro nos conocemos de muchas vidas y en cada una de ellas nos llevamos tan bien como en esta