domingo, 31 de enero de 2010

PEDRO, MIRA QUIEN VINO!

Domingo lluvioso… yo con mejor presión, pero con mucha fiaca y mucha aburrición…
Cinco de la tarde en Buenos Aires… escucho Manu Chao… “Me gusta la lluvia, me gustas tú… Qué voy a hacer, je ne sais pas…”
Y sonó el teléfono celular… chan!
Me caigo y me levanto… era Juan… “no todo lo que es oro brilla”, justo decía la canción y terminaba… jaja!
Fui lo más irónica y malvada que mi rebuscada cabeza permitió, sin caer en el rol de la minita despechada que reclama desubicada… él me dejó decir y concluyó: “Me agarró la locura y le cambié la fecha de vacaciones a un compañero y a eso le sumé un par de semanas que me debían, no me soportaba más la ciudad ni al sistema ni a nadie… y me fui al carajo!” - les juro que parecía editado, de fondo, en mi casa sonaba: “Me llaman el desaparecido, cuando llega ya se ha ido, volando vengo, volando voy…” Él seguía: “Estuve mochileando por el Norte… y llegué ayer a la noche. No tenía ganas de volverme, pero no me quedó otra… tengo que volver al laburo el lunes…” – ah, mirá vos, te rebelas contra el sistema hasta ahí nomás, por qué no te quedaste haciendo artesanías en Tilcara?! – “… Hoy me conecté a internet y vi en tu estado del Facebook que estabas en reposo y quise llamarte… ¿qué te pasó? ¿estás bien?”…
Lo odié, mucho… a ver, en mi cabeza Juan se había borrado… por garca, por cachivache, por cagón, por lo que fuese… y ya lo había dilapidado y enterrado… ahora cae y me cambia todo el esquema, resulta que no fue por nada de eso, sino que simplemente se desapareció del mundo en general… algo que, más allá de mi bronca masticada, comprendo y hasta aplaudo… ya quisiera yo levantarme un día y decir: ok, me voy a la mierda! Y ahora? No supe que decir, porque todo mi speech estaba dirigido al “me hice el boludo”… así que me limité a responder lo que me acababa de preguntar y le conté de mi acaloramiento y sus consecuencias. Enseguida me dijo: “¿Estás solita? ¿Querés que te vaya a hacer compañía?!” – Manu me cantaba: “So many nites with your shadow in my bed…”
A la hora estaba en casa. Me trajo un regalo… bueno, quizás lo compró por comprar allá y le dio lástima mi estado convaleciente y me lo trajo para quedar bien… aunque no tiene porque quedar bien conmigo… y su discurso al dármelo fue bastante específico y personal: “La vez que estuve acá observé que tenías varios instrumentos de percusión (me encantan!) y pensé que podían gustarte”… era un sonajero de pezuñas de vaca. Por más fuerza que hice, no pude evitar sonreír bastante emocionada… La verdad, que el gesto me volvió loca! No sólo se acordó lo que me gustaba, sino que pensó en mi estando lejos y decidió demostrármelo… Ay, Manuela, no te ilusiones!
Tomamos mate y me contó toda su travesía. Me mostró algunas fotos que todavía tenía guardadas en la cámara y me comió la cabeza con que tenía que hacer ese viaje, que me iba a alucinar… Yo estaba alucinada con él, con que estuviera acá, sentado en mi living y no fuera un holograma…
A pesar de que la tarde-noche no colaboraba a nivel climático, nos animamos a un chapuzoncito en la pelopincho (que anoche limpié y tuve la picardía de ponerle el cubre pileta, así que estaba decentemente limpia)… Nos relajamos ahí, mientras seguíamos envueltos en la euforia norteña y en la quimera de dejarlo todo e irse con lo puesto a vivir de la tierra a algún rincón del planeta donde se pudiese respirar mejor que en esta urbe…
“Hola”, tiró en medio de un silencio… fue un hola simpático y dulce… y me dio un beso igual!
“Hola”, le respondí y nos besamos un buen rato.
El sexo es genial, nadie lo niega, más si hay piel y la persona con la que estás te gusta mucho… pero, a veces, los besos pueden ser maravillosos y colmarlo todo. Eso fue lo que pasó en ese instante en mi balcón terraza…
No sé bien en que momento, los besos pasaron a mayores ligas e hicimos chapa-chapa al estilo adulto… :)
Lo invité a quedarse a cenar, pero ya había quedado con su familia – a los que todavía no había visto.
Lo acompañé con Chave a tomarse el bondi, y se despidió con un beso largo y la promesa de hablarnos en la semana para hacer algo juntos… vamos a ver qué pasa!
Yo no me despegué de mis pezuñas y le hacía la segunda a Mr. Chao mientras decía: “Cuando la negrita quiere bailar, dale una chinita a la negrita, dale una chinita que quiere gozar…!”

GOLPE DE CALOR

Yo soy una personita casi hipotensa, o sea, mi presión arterial es mínima y pende de un hilo los días agobiantes de calor… Por lo general lo manejo, ya son años de lidiar con esto, y tengo mi kit siempre a mano para ponerme pum para arriba… pero, el viernes no hubo Gatorade, ni algo salado ni dulce que me levantara… Horrible!
Estaba en la oficina, lidiando con unos papeles aburridos, cuando me empecé a sentir flojita… al principio tipo adormecida, después ya sentía que me temblaban las rodillas y que no podía dejar de sudar… me quise levantar y el mareo fue tremendo, sentí que el cuerpo me iba para un lado y el alma para el otro.
Se ve que mi malestar se reflejaba en mi rostro, porque una compañera enseguida se acercó y me preguntó si me sentía bien, a lo que le respondí con un movimiento pesado de mi cabeza. Me ayudó a sentarme y pidió ayuda… Agustín fue uno de los primeros en aproximarse y recomendó que me levantaran las piernas – cosa que fue un trastorno, ya que estaba de pollera y sin leggins y creo que tenía una bombacha horrorosa (qué estupidez, no? Una está al punto del infarto pero piensa en esas cosas: por qué no me habré puesto la tanguita linda esa que me regalaron para navidad y no este bombachudo espantoso, que me agarra todo pero es casi una abominación para el mundo de la lencería?! Yo creo que, en mi caso, la culpa la tiene mi abuela, que siempre me decía cuando iba a salir: “¿Tenés la bombacha limpia? Mirá, si tenés un accidente…” – la cosa más absurda del universo, si tengo los órganos para afuera después de que me atropelló un camión, lo menos que me va a importar es que me vean la braguita con alguna mancha indeseada, no les parece? Se ve que a mi abuela no, y tanto me lo dijo, que me creo un trauma… y acá estoy, con los ojos que se me van para atrás, intentando levantar las piernas con estilo y evitando que alguien vislumbre el tamaño de mi bombacha! Rídicula!).
Con mis piernas sobre el escritorio, mi compañera abanicándome con un expediente y Agustín yendo a buscarme una Coca Cola… se me empezó a revolver el estómago. Avisé que prefería pasar al baño, ya que tenía un poco de ganas de vomitar. Mi compañera y el cachivache, que se había acercado a darme una mano en cuanto lo vió a Agustín tan voluntarioso – son de manual -, me ayudaron a ir hasta el baño privado del despacho de mi jefe.
Todos los demás especulaban a mi alrededor: “es agotamiento por calor, no viste que estamos en alerta naranja?!”, “mmm, mareos y nauseas… no estará embarazada?!”, “para mí que le bajó el azúcar en sangre de golpe”, “es que está haciendo una dieta y andá a saber, quizás no comió nada en todo el día”… Como les gusta, aves de carroña!!!
Una vez en el baño, pedí estar sola… no es cuestión de andar dando un espectáculo de fluidos. Todos salieron enseguida - y sí, no los culpo… Todos menos Mariano, el cachivache…
MARIANO: “Cómo te voy a dejar sola, y si te descompensás y te desmayas?! No me voy a horrorizar de nada, sabés las veces que quebré y me pasé la noche abrazado a un inodoro?!”
Poco feliz el comentario, puede ser… pero, en ese momento me pareció de lo más dulce que me habían dicho jamás! Igual, morí de vergüenza e insistí un poco más para que se vaya. Pero no lo hizo. Ante esta actitud, Agustín – que ya había regresado con la gaseosa – se quedó parado en el umbral de la puerta, con un pie adentro y con el otro dispuesto a salir corriendo! En cuanto largué mi primera bocanada de restos alimenticios, Agustín tuvo una arcada y salió disparado cerrando la puerta detrás de él. Mariano me sostuvo la frente todo el rato, y con la otra mano me acariciaba la espalda, mientras me decía: “Ya pasa, ya pasa… vas a ver que ahora te vas a sentir mejor”. Si no fuese porque la situación era tan engorrosa, casi podría decir que fue uno de mis momentos románticos por excelencia… Nunca ningún chico me había cuidado así, fue muy tierno – creo que más aún porque se trataba del cachivache, no me hubiese imaginado un gesto así de alguien como él… Mala, Meme, mala… No hay que prejuzgar jamás!
Una vez concluida la odisea vomitisea, Mariano me ayudó a levantarme y a lavarme la cara – que tenía hinchada como un sapo reventado. Cuando salimos del baño, mi jefe entró a corroborar que todo estuviese en orden – fue lo mejor de todo, vomitarle el trono inmaculado a ese hijo de perra! Ya habían llamado a emergencias y un señor desagradable vestido de ambo me esperaba en mi escritorio. Me tomaron la presión – inexistente – y, tras una charla con el pelado incompetente, me recomendaron irme a casa a hacer reposo. El diagnóstico: golpe de calor!
Mariano se ofreció a llevarme, pero no le permitieron salir – macanudos! Así que casi me obligaron a llamar a alguien para que se hiciera cargo de mi persona. Según el seudo-médico, era recomendable que no me dejaran sola, por si me desmayaba. A los veinte minutos, mi hermano mayor estaba en la puerta del edificio, dispuesto a llevarme a casa. Durante la espera, Mariano me hacía bromas sobre nuestro momento íntimo en el baño, y Agustín miraba desde lejos, recalentando entre sus manos la botella de Coca. No sé muy bien porque me molestó su actitud, pero me molestó!
Una vez en mi hogar, me di una ducha y me recosté. Mi hermano se quedó a cuidarme un par de horas, hasta que le di el visto bueno y se retiró tras darme unas cuantas recomendaciones. A todo esto, mis padres – que están de vacaciones en la costa – llamaron cien veces para corroborar que aún seguía con vida y me hacían jurarles que nada iba a pasarme mientras ellos estuvieran lejos. “No te preocupes, mamá, vos decime que día volvés, que me reprogramo las descompensaciones”…
Sola y en paz, me dormí una linda siesta, con el aire acondicionado al mango. Cuando me desperté, prendí el celular. Tenía tres mensajes: MARIANO: “Tas viva? Siempre me imaginé que algo íbamos a hacer juntos en el baño del jefe, pero mis fantasías eran más divertidas. Si necesitas que te sostenga la cabeza, no dudes en llamarme. Aprovechá y descansa. Te mando un beso”. Me reí y me quedé pensando un rato en otras cosas más interesantes que podíamos hacer juntos en ese mismo lugar! Se me ocurrieron varias… / AGUSTIN: “Estás mejor? Espero que sí. Me diste un buen susto. Nos vemos el lunes”. Te dí un buen susto?! Qué se supone que es un buen susto… no termino de entender si es algo bueno o malo… y, de cualquier forma, no se notó, querido, no fuiste capaz de reaccionar ante nada, espero nunca descomponerme cuando vamos a correr, porque sos capaz de dejarme abandonada en las casitas de cartón de los vagabundos del parque! Idiota! Me enchoté, no importa lo hermoso que seas, un hombre que no tiene siquiera la valentía de socorrer a una damisela en apuros… Nono! / El tercer mensaje era de una amiga que se ofrecía a venir a pasar la noche conmigo y ejercer de enfermera. Cosa que acepté, no tanto por sentirme mal, sino por no aburrirme en demasía…
Con ella analizamos toda la situación, enalteciendo la caballerosidad del cachivache y defenestrando la cobardía del bombón ante un poco de vómito…
El sábado me sentía mejor y, a pesar de que la pileta no estaba muy limpia – debido a la lluvia de la noche anterior –, me la pasé sumergida ahí. Mi amiga se encargó de la dieta con sal y me hizo tomar un jugo de remolacha espantoso para levantar mi presión – un remedio casero de su abuela… prefiero a la mía y sus bombachas intactas! Feo o no, debo reconocer que funcionó…
A la noche volví a quedar solita… y me la pasé pensando en Mariano… me hubiese gustado tener el valor para llamarlo y pedirle que me cuide un ratito! Me hubiese gustado…
Me dormí en el sofá, con Chavela, mi perra, echada a mis pies… y soñé que el cachivache, nos custodiaba a las dos, sentado al otro lado del living… Sweet dreams, Manuelita, sweet dreams!

jueves, 28 de enero de 2010

MISSING

Sí, ya sé… pasaron casi diez días desde mi última publicación y apenas si tengo excusas…
A continuación una breve reseña de mis hazañas en esta temporada de ausencia internetalística…
Martes y jueves de la semana pasada fui a correr con Agustín… bueno, en realidad él corría y yo trataba de no morirme en el intento… Más allá de que, claro, estaba atenta a no sudar en exceso, a que las partes flojas del cuerpo no rebotaran demasiado… Too much pressure! Y no saben lo que tardé en elegir el atuendo indicado… no pensaran que me puse unas calzas, eso es algo que no tengo en mi guardarropas desde comienzos de los 90!!! Tampoco daba ir de joggineta, por un lado porque iba a parecer más pibe que él, y por el otro, porque hace un calor de cagarse y esta bien el sacrificio por el chongo, pero tampoco la pavada!!! Así que me clavé las queridas babuchas y allá fuimos… Él estaba de riguroso shorcito de atleta y musculosa (por lo general, no me gusta el hombre en camiseta, pero a este muchacho se le perdona todo!)… Lo primero que hizo fue criticarme las zapatillas (perdón, sólo poseo All Star… no me pidas unas Adidas 4x4 porque no tengo ni voy a tener jamás!) Eso fue el martes, para el jueves me compré unas… sí, tengo el sí fácil y soy débil, muy débil (lo tomé como una inversión para el amor… además, un poco me asustó todo lo que me dijo respecto a mi pobre columna y el hecho de correr con zapas no aptas! – o sea con gluten serían?!). Lo mejor de todo fueron las conversaciones, este nene me deja hablar como quiero, como puedo, como me sale… y me encanta! Se ríe conmigo (o de mi, me da igual) y sus acotaciones siempre son dulces y me levantan el ánimo (y la líbido, para que negarlo!)… Volví exhausta los dos días, pero feliz…
A todo esto, intercalando con Pilates y la profe que se cree que estamos haciendo el servicio militar vía reformer…
El viernes por la noche mi plumpy cuerpecillo no daba más… pero, se reabasteció de energía con una visita sorpresa!
Yo venía caminando, sudorosa y moribunda de mi clase de tortura – léase Pilates – cuando vi una sombra en el umbral de mi edificio… era una masa de cuerpo fibroso con una especie de joroba gigante… que resultó ser una mochila de campamento! Al principio, me dio un poco de miedito y dudé en seguir de largo, pero al aproximarme, mi miopía vislumbró una cara conocida… Leandro Silva… un ex compañerito de trabajo, de mis días donde todavía me dejaba llevar por la bohemia y mis ganas de ser artista y creativa… un ex compañerito que siempre me pareció que estaba bueno, con el que histeriqueamos bastante, pero no lo suficiente como para que pasara algo (qué raro!)… Con Leandro nos volvimos a encontrar a través del Facebook, después de años de habernos perdido el rastro… charlamos un par de veces, nos comentamos algunas fotos y ya… Según yo había entendido, andaba por el sur, viajando con un proyecto de laburo… Aparentemente el viaje terminó y el viento – o el destino – lo trajo hasta mi puerta… Pensé que era pura casualidad que justo estuviese ahí, pero enseguidita me aclaró que había llegado a Buenos Aires ese mismo día y que, como me había dicho por el Face, no tenía donde parar y como yo le había ofrecido mi casa… Cricricri… Sinceramente no me acuerdo, se ve que me agarró una noche solidaria o caliente y me hice la acobijadora de homeless por excelencia… Y bueno, ma´sí!!! Una pernoctada techo adentro no se le niega a nadie… al menos, a nadie tan bonito! Bah, no sé si es bonito… es muy mi estilo – físicamente hablando -, aunque tal vez se zarpa en hippie… Subimos y lo primero que hice fue ofrecerle el baño para una ducha reparadora – aunque en su caso era más bien necesaria (estuve a punto de ponerle una pipeta de mi perra). Después me tocó a mi, y más luego, compartimos una cerveza y una encantadora charla recordando anécdotas y gente que nunca más volvimos a ver… Qué loco, decíamos a cada rato, como para justificar, quizás, su toque de desubicación (o sea, todo bien, pero no tenés ningún pariente-amigo que te hospede?!) y mi cuota de demencia de dejar entrar a mi casa a alguien que apenas conozco… De repente tiró: “Bueno, ya hablamos mucho, no? Nos damos unos besos?!”… Y dale! Yo había percibido una onda ahí, pero, como el MSN puede ser engañador, no albergué ilusiones mayores… De golpe y porrazo – sobre todo eso, porrazo – el muchacho se quedó en paños menores… Mamadera!!! Disculpame, eso viene con papas grandes??!! Me puedo pedir una Fanta en lugar de Coca?!! Se puede comer con la mano o me traigo los cubiertos?!! A ver, cómo decirlo sin ser demasiado gráfica… No, no se puede… Sólo les diré que a partir de ahora, denominaré a Leandro como Trípode o Pamplona… Y sabe como manejarlo, todo un talento!! Para mi que lo mandó a adiestrar con César Millán… Luego del primer, y único – soy un ser humano después de todo – round, me desmayé… No tenía fuerzas ni para roncar… Cuando me desperté a la mañana siguiente, levanté las sábanas para corroborar que era cierto… y sí, era cierto! Como tengo problemas para decir no, Pamplona se me instaló todo el fin de semana – uno de los motivos por los cuales no pude escribir, ya que cada vez que me sentaba en mi notebook, él se me aparecía por detrás y relojeaba por encima de mi hombro lo que hacía (no hay nada que me fastidie más!!!)… Traté de ser relajada – en el buen sentido de la palabra – y disfrutar de dos días en compañía… Yo pensaba que eran dos días… Cuando el domingo estaba concluyendo y no le vi intención de levantar vuelo a este avión con sobrecarga, que se dejaba retosar en mi pelopincho con su flota flota… me empezó a fallar la paciencia!! A las 22.30 de ese mismo día, dejé la burocracia para otra gente y, con un listado de pensiones en la mano, lo invité gentilmente a retirarse de mi morada… No opuso resistencia – hasta me pidió disculpas, pobre… qué pobre, estúpida!! Es un desubicado!! – y se fue silbando bajito… Tal vez no lo vea nunca jamás, pero, bueno, yo soy vegetariana y no estaba pudiendo con tanta carne!!
Esta semana me deleité con Agustín… que pensó que mi dolor corporal tenía que ver con la actividad física, chiquito lindo… Si supieras… Me gustó el mantener una cierta complicidad con él, de esa que se da cuando compartís con alguien del trabajo algo más que la cotidianeidad de la rutina… Nos hacíamos chistes internos – que pusieron al cachivache de mal humor (típico, te ven bien y quieren lola, estás sola y no te ladra ni el perro del vecino!)… y el martes y hoy (ayer, tal vez, para la hora que termine de escribir esto) nos despedimos con un: “Nos vemos en un rato”… Pude coordinar un poco mejor eso de correr y no desfallecer… y, a pesar del cansancio, me siento bien… No sé si le gusto a Agustín o sólo le caigo simpática, pero mientras develo el misterio ya perdí 2.5 kg!!! Buenísimo!!!
La almohada me está llamando, gente, así que, prometo, nos vemos en breve… good night!

martes, 19 de enero de 2010

TRATO

Trato
Lo intento
De veras
Bueno, tal vez no tanto
Podría esmerarme un poco más
Pero es difícil
Por ejemplo
Empiezo a focalizarme en otra cosa
En cualquier cosa
En nada en particular
Todo va bien
Moderadamente bien
De pronto
Mi cabeza comienza a volar
Y divaga
Se va al carajo la pobre
Y se cruza con vos
Se choca
No se golpea
Se roza
Y se cuelga con tu mirada
Con esos ojos color miel
Tan dulces
Tan tiernos
Tan…
Y baja hasta tu boca
Sueña con tus labios
Juega con tu sonrisa
Explota con tus carcajadas
Admira tu hermoso rostro
Delinea tus rasgos
Tus facciones
Tus brazos le piden un abrazo
Y cumple
Aunque sea imaginario
Se para
Y te mira entero
Sos tan inmenso
Tan inabarcable
Y tan lindo
Y me despierto
Me grito
Me pellizco
Hasta que me despierto
Estás acá
No te fuiste a ningún lado
Qué lindo sos
En general
Tan
Tan lindo
En particular
Pero sos sin mi
O tal vez no
No lo sé con certeza
Y sin certeza
Tampoco
Y de nuevo vuelvo a la tierra
La piso fuerte
Pongo los pies en ella
Y lo intento
Trato
Hasta volver a empezar

lunes, 18 de enero de 2010

TERAPIA DE MURGA

Agustín me llevó el neceser… y me invitó a correr con él… Es que me vió toda arruinada, le conté de mi falta de estado, de mi comienzo de Pilates y de mi necesidad de complementarlo con algo aeróbico, y me contó que él iba dos veces por semana a correr a un parque cerca de su casa… y me dijo si quería ir con él, que así era más fácil arrancar, si uno se compromete con otro… lo dijo y se puso colorado… qué boludo, qué divino!
La novedad me revitalizó… así da gusto arrancar la semana!
De yapa, tuve terapia… es que el viernes hice a tiempo de avisarle a Greta de mi faltazo y me cambió el horario… Genia!
Me felicitó por mi empuje, por esforzarme en trabajar para mi beneficio (sea este cual sea)… Todo es cuestión de actitud… el tema es que seguimos sin conseguirla… Finalmente, alguien averiguó donde la venden?! Por el momento, me recomendó ser positiva, pensar en sí en vez de en no… Y me avisó que se toma dos semanas de vacaciones… Uy, barquito a la deriva!!
Tuve mi segunda clase de Pilates… ahora tipeo lento y con los bracitos pegados al tronco… es que me quedaron los sachets de leche hecho trizas!!!
No sé de donde voy a sacar fuerzas para mañana ir a correr con Agustín… no importa, aunque sea reptando, ahí estaré!!!
“Hoy va a ser mi día, voy a llevármela leve…”, mañana Pau me entonará para darle la bienvenida al martes…

ROTA

El miércoles pasado se me terminó la caja de garotos, a dos días, y muchísimas calorías, de haberla abierto…
Cuando arrojé al tacho el último papelito multicolor, me di cuenta que así no podía seguir… No por comer o por engordar, sino por angustiar… Basta, quién soy?! Mariana de Melo?! “Llora, llora, la llorona”… Por favor!!!
El jueves mismo me anoté en Pilates y tuve mi primera clase… fui con mucho entusiasmo, después de haber retomado mi dieta (que comencé el mismo lunes que la abandoné) y de haber atravesado un día tolerable en la oficina (decidí que mientras esté ahí me voy a tomar las cosas de la mejor manera posible – esperemos que el entorno colabore un poco – y que, no voy a dejar de buscar algo que tenga más que ver conmigo, con lo que anhelo… qué anhelo? Que buena pregunta, Mario!)… Yo ya hice Pilates en varias ocasiones, es una actividad “ejercitativa” (les avise que a veces uso palabras que no existen, no? esta me parece que es una) que me encanta… básicamente porque me gusta mucho todo lo que tenga que ver con la elongación y estar en posiciones raras (esto sacado de contexto o mirado con ojos retorcidos, suena mal… pero los que me conocen saben de que hablo, no es algo sexual… es de… infante no crecido, mas bien)… y además, estás echadita, nadie mira para vos ni vos misma – porque no hay espejos! Y encima, tenes que estar concentradísima en la primera posición de tus pies, en la respiración y en empujar el ombligo hacia adentro sin sacar las costillas!! Eso es demasiado para cualquiera!! Cada una a lo suyo… Iupi! Lógicamente, también hay que remarcar que es un excelente ejercicio para el cuerpo (es bárbaro para endurecer y tonificar – que creo que vendría a ser lo mismo –, aunque no es excesivamente aeróbico, así que no es que uhhh, cómo adelgazas haciendo Pilates… esto es casi una nota mental, para recordarme que me tengo que buscar otra actividad que me colabore con eso)... Le comenté a la instructora-profesora que hacía rato que estas cachas no se movían (algo obvio, supongo, para los ojos de cualquier entendido) y que quería empezar de a poco… Se ve que ella no pensó lo mismo, “a esta hay que darle con todo, sino no llega en forma ni al verano 2011, si se quiere poner una bikini esta temporada, a morir o matar!”, para mí que dijo eso… Y así fue, pasaron las dos cosas… al terminar, me quería morir y la quería matar! Me dolían hasta las pestañas… la vuelta a mi casa fue eterna… las seis cuadras más largas del mundo!
Y cuando llegué… no había luz! Buenísimo! Tenía que subir 11 pisos por escalera!! Me están cachando?! Los cuatro primeros pisos los subí con mucho dolor en mis piernas, así que los próximos cuatro los subí sentada y los brazos me mataban, por ende, los últimos tres los subí en cuatro patas… y morí de dolor de abdomen… Fue una copada completita la profe, no dejó afuera ninguna parte del cuerpo por torturar!! Menos mal que no tenía planeada una orgía para este finde (o un pijama party, algo!), porque no iba a poder ni hacer ojitos…
A oscuras, adolorida, pero con ganas de ver el vaso medio lleno… Me preparé un rico baño de inmersión – con espumita, velitas y otras hierbas -, me clavé el mp3 y a relajar! Me quedé hasta que se me arrugaron los deditos, como cuando era chica (ese era el trato con mi mamá, me dejaba quedarme hasta que se me pusieran las yemas como viejita)…
La luz volvió apenas empezaba a aburrirme de mirar las estrellas en mi balcón, mientras le hablaba a mi perra y a mi cactus (el único sobreviviente de mi maldición con las plantas – todas se me mueren, no sé que será, no me llevo bien con la botánica – igual, yo le hablo, que dicen que les hace bien… pero, claro… ahora que lo pienso, soy YO la que les hablo… quizás eso las mata!)…
Dormí horriblemente mal… no es que haya tenido pesadillas, sino que cada vez que me movía para cambiar de posición, me dolía una parte nueva del cuerpo… “La belleza duele, la belleza duele…”, repetía en lugar de contar ovejitas!
“Hoy me pedí sol y llueve / creí que era viernes y es lunes / y encima de mi cama se paró una nube negra / Hoy me siento mal / pero quiero estar bien / tengo una mala mañana / y no sé muy bien por qué / pero aunque empecé mal / hoy podría ser mi día”… así suena la alarma de mi despertador, con Jarabe de Palo cantando en mi celular… Qué puedo hacer, soy una optimista bastante pesimista…
Con esta canción, amanecí el viernes para ir al trabajo… al que no fui… es que le puse demasiada atención al fragmento que reza: “Tenía un montón de planes / los empezaré más tarde…” y me agonizaban las extremidades… tanto inferiores como posteriores, sin discriminar! Y sí, me pedí médico! Me lo merezco… desertar se siente bien! Con el médico laboral siempre pasa lo mismo, nunca sabes a qué hora va a caer… por ende, apenas se hace el llamado pertinente, es necesario abastecerse con lo preciso del afuera para permanecer adentro el resto de la jornada.
Salí a pasear rápidamente a mi perra y aproveché la vuelta para comprar algunas frutas y bebida, mucha bebida – calor, cruel calor!
De vuelta en casa, me abracé al aire acondicionado y me preparé un regio desayuno para tomar a pata ancha en la cama… Cambié la lectura matutina y obligada del diario, por un buen libro de mi biblioteca – oh, releí uno de mis preferidos “Un pez gordo”, de Daniel Wallace… Los libros tienen la capacidad de atraparme de una forma que muy pocas cosas lo hacen (tal vez el agua)… supongo que es por eso que, a veces, me tomo tanto tiempo en dedicarle unas horas de mi día a la lectura… nunca se cuando cortar, me digo: en el próximo punto, ok, en el próximo capítulo… y así y así (me he llegado a terminar un libro en un solo día – y no cualquier libro, “La tregua”, de Benedetti, es que alguien puede parar de leerlo?!).
Para la hora del almuerzo, ya había paseado por todos los ambientes de mi humilde morada, siempre bien acompañada de mi libro… y para cuando le dí el último mordisco a mi manzana verde, el señor Wallace le daba fin a su historia sobre ese increíble personaje encantador que me encanta!
Y ahora?!! Uh, si me empiezo a aburrir soy de molesta!! Me empaco como los chicos!
Así que antes de caer en eso, me puse a buscar qué hacer para matar mi tiempo… y decidí armar la pelopincho (una de 2x2 que heredé por ahí, pero se la re-banca)… Me costó un poco, porque no me entiendo bien con las que cosas del estilo “hágalo ud. mismo”, a mi denme todo ya listo! Para la hora de la siesta, mi mega piscina se estaba llenando y tocó timbre el médico… perfecto! Le dije que estaba descompuesta – es la clásica enfermedad fingida – me dio reposo, algo de dieta y si todo marcha bien, el lunes back to work! No hay problema!!!
A mitad de la tarde, me zambullí en el charquito verdi-azul que ancló en mitad de mi balcón terraza… Chau sofoque, hola alivio!!!
Llamé a una amiga y la invité a hacer punta terra, siempre y cuando trajera ron para hacer unos daiquiris (es que tengo tanta fruta en la heladera)… ni lerda ni perezosa, aceptó! Fue una noche divertida, de charla y risas… Después, empujadas por el alcohol, tal vez, nos pusimos a revisar el Facebook de Juan… para ver si podíamos encontrar algo que descifrara el por qué de su desaparición… pero no encontramos nada, bah, encontramos muchas minitas, muchas en su lista de amigos, de las cuales entramos a los perfiles habilitados y chusmeamos todo… y cuando decretamos que ya habíamos sido lo suficientemente pendejas, nos fuimos a dormir.
El sábado amaneció lloviendo. El plan de sol y pile… olvidate! Miramos películas y dormimos una larga siesta… A la noche, salimos con otras amigas… Y, como el mundo es un pañuelo, me crucé a Agustín… por eso, y porque fuimos a un bar que él va siempre con los amigos – me lo mencionó una sola vez, ni siquiera a mi, a otro compañero y yo lo escuché y lo agendé, como corresponde… Más allá del conflicto de los garotos, Agustín me gusta y algo me hace pensar que, tal vez, yo a él también un poco le gusto… pero no se anima… o, tal vez, son alucinaciones mías, pero con tentar un poquito a la suerte, no perdemos nada, cierto?!
Lo divisé apenas entré, estaba con su chomba de rigor, sus jeans y sus zapatos náuticos (parece rugbier o cheto por la descripción, pero en verdad no es ni una ni otra, es más un look de pibe de campo que se viste para ir a la iglesia, de nene bueno… algo así!)… No me acerqué, dejé que me viera primero… en un momento, nuestras miradas se cruzaron y movió su boca diciendo “hola”… y me sonrío… y me derretí! Es que es tan lindo, tan… Nos juntamos a medio camino del salón y nos pasamos toda la noche hablando… con él es como que puedo ser yo, no sé cómo explicarlo… siento que no tengo que impresionarlo o disimular ciertas cosas, salvo lo nerviosa que él me pone… Igual, creo que me zarpé, arranqué contándole como me rompí los dientes al desmayarme pasada de tequila hace unos cuantos años… y, bueno, si eso no lo asusta… ya lo hará todo lo demás!
El bar cerró, sus amigos se fueron, mis amigas también y me alcanzó hasta mi casa en su auto… cada palabra le seguía a la otra de manera natural, nos hacíamos bromas como si siempre lo hubiésemos hecho, como si la confianza estuviese arraigada hace rato entre los dos… se sintió bien. Agustín no subió a casa, ni yo lo invité, ni intentó besarme, ni yo busqué algo más que eso… Fue todo el contexto en sí lo que valió la pena… al menos, por el momento!
Dormí hasta pasado el mediodía del domingo… con una sonrisa dibujada en el rostro!
A mitad de la tarde, me puse a limpiar el agua de la pileta – qué de cosas volaron con la tormenta… Me sonó el celular. Mensaje de Agustín: “Te olvidaste algo en mi auto ayer”… Mmm, será un beso?!! Le respondí, sugestiva: “Y que será?!”. AGUSTIN: “Parece ser un neceser, mañana te lo llevo”… Qué cosa con este pibe, che! Siempre me hace el entre y después… o seré yo la que entro solita?! Un neceser… que hombre en su sano juicio conoce la palabra neceser… haceme el favor!!!
Será que una no podrá tener un domingo no tan domingo??!!! Y para colmo de males, me sigue doliendo todo… así estoy, rota de cuerpo y alma!

lunes, 11 de enero de 2010

SEMANA PARA EL OLVIDO

Bueno… no sé si tanto, debo admitir que hay cosas peores que las que me acontecieron en estos días, pero… fue una semana demasiado complicada, confusa… una semana too much!!! Para perder en la nebulosa de los recuerdos… o, quizás, para sacar algunas conclusiones de mi vida… e intentar descubrir cuándo y por qué se tornó tan complicada, tan confusa…
Vayamos por partes…
Tema trabajo: venimos mal… Cada mañana me cuesta más levantarme para ir a la oficina, lidiar con cuestiones que me tienen sin cuidado y hacerme mala sangre por cosas que ni siquiera me importan verdaderamente… No puedo despegar, no puedo dejar toda esa bazofia allá… Me la traigo conmigo, se viene pegada a mi piel y me va invadiendo el resto del día… A ver: el viernes en terapia gasté mucho tiempo y mucha energía hablando de esto, y no de lo que me pasa a mi puntualmente con este trabajo, sino de trivialidades de todos los días… Hablé del estúpido de mi jefe y sus tejes y manejes que me irritan, de dos de mis subordinados (sí, suena horrible… por lo general, me refiero a ellos como personas que trabajan a mi cargo… pero, me tienen harta con sus actitudes de superados, así que un poquito de marcación de límites, aunque sea via blog – que nunca leerán, obvio - … Mis amores, si están tan capacitados, qué mierda hacen acá?! ¿Cómo es que aún no tienen sus propios emprendimientos y siguen siendo unos mulos asalariados?! Eh?!)… y hasta llegué a hablar de un cliente que me sacó de quicio con sus insistentes llamados telefónicos… ¿Por qué? Y cuando me di cuenta del desperdicio que estaba haciendo de mi preciada sesión, ya era demasiado tarde… Greta me dijo que es un círculo vicioso del que tengo que salir… tengo que animarme a buscar algo que, además de dinero, me deje otra cosa… Me encantó!!! Atreverse es la palabra clave, tomar el riesgo… Mujer, mujer, libérate!!! ¿Podré? Sí, sí… que no decaiga!!
Pero decayó, me puse a buscar qué podía ser ese clavo que sacara a este clavo… y se complicó… está jodido el tema búsqueda laboral!! Seguiré remando… y esperando no ahogarme…
Segundo tema: mi cuerpo… perdió la forma, la gracia… perdió todo menos los kilos!!! Llegué al punto en que me siento incómoda incluso para ir al gimnasio o a practicar algún deporte para bajar de peso… Se entiende?? Es irrisorio… es ridículo… pero es así! Las clases de baile son distinto… porque una ahí va vestida… pero, natación?! Ja… ni loca!! Un gym lleno de espejos que me recuerdan mi desproporción?! Nono, no lo creo… Algo tengo que hacer, mi cintura no puede seguir creciendo más… Por empezar, hice mi compra del mes compuesta únicamente por productos light (que son carísimos, al margen, no quieren que la gente se cuide, qué onda?!) y sanitos… mucha verdura y fruta… barritas de cereal, galletas de arroz… (las galletas de arroz son lo más para una dieta… son tan feas que no las querés ni tocar!)… Vamos a ver cuánto aguantamos sin hacer escala en el kiosco… cuánto dura la manzana o la gelatina para suplir la necesidad de algo dulce por las noches… Yo me quiero tener fe… alguien más?! Alguien que se cope?!
Tercer temita: más que temita, temón… y sí: Juan… Juan que la otra noche no fue sólo un sex toy… habló… Digo yo, ¿no? ¿En dónde dice que se debe mantener una conversación entre un acto sexual y otro? ¿No podemos simplemente, no sé, mirar la tele o quedarnos callados, reponer fuerzas para continuar? La conversación arruina el sexo, está comprobado!!! Una noche que viene bien, puede ser nublada por una escueta y estúpida palabra… Y, encima, yo que me enrrosco… Resorte mal!!!
Por ejemplo…
JUAN: “¿Me querés decir por qué esto pasó recién hoy?” (lo dijo entre con gracia y meditabundo… y a mi me lo preguntás?! Vos te negaste a que pasara antes, querido!!)
MANUELA: “Bueno, supongo que vos tenés la respuesta…” (tiremos la pelota en su lado de la cancha, a ver si se embarra o la deja irse)
J: “¿Yo?” (sí, vos… no te hagas el boludo!)
M: “Sí, vos… digo, fuiste el que no quiso que pasara nada en su momento…” (hacete cargo!!!)
J: “¿En serio?” (tiene alzheimer o el porro le trituró la memoria?! No… se hace el desentendido… clásico, son de manual…)
M: “Sí, en serio…” (mi tono se tornó irónico… y, después, decidí ser yo la valiente y decir las cosas) “¿No te acordas de nada? ¿No recordas la noche que María te habló de mi interés por vos y dijiste no poder tener nada conmigo, porque no me convenías y una historia entre ambos podía perjudicar al grupo?” (“pertenecemos al mismo círculo cercano”, imbécil… igual no me marcó a mi, eh?! Me acuerdo cada palabrita… choto!!!)
Se encogió de hombros… en serio… No lo asesiné, quédense tranquilos, aunque ganas no me faltaron… Años de mi vida, añosssss, con ese speech golpeándome el cerebro… y el señorito ni siquiera lo registró!!! Te levantas y te vas de mi casa yaaaaa!!! No se fue… yo no emití sonido, me enchoté, nada más… Mucho… Y quise que mi perra le diera un tarascón en las pelotas! Pero, después me besó el cuello… y caí… Básica yo también, no, si dios nos cría y el viento nos amontona!
Y, como para no irse de mi casa sin un bonus track (esto es porque durante la noche, entre coito y coito, él insistía en charlar… shhhhh!!! “Habla cuando tus palabras sean tan dulces como el silencio”):
J: “Bueno, Manuela (no me digas Manuela!!! Odio que me llamen por mi nombre entero, me da la sensación de que están enojados conmigo por algo… un trauma de chica debe ser… Gretaaaa!!!!)… nos vemos” (lo dijo haciéndose tan el canchero que le hubiese dado una linda trompada… pero, sonrío… y yo sonreí… hasta que cerré la puerta… “nos vemos, nos vemos”… “te llamo”… “que no se corte”… qué es esto? Un viaje de egresados?! Cómo me fastidian las falsas promesas… y más aún las que no se exigen, no se piden… “Nos vemos”… y bueno, dale… en algún momento, supongo… sino, prendemos la luz?! Qué se supone que significa “nos vemos”?! Que quizás el destino nos vuelva a cruzar azarosamente… o que vas a llamarme, mandarme un mail, algo…??!!)
Definitivamente, esperemos que el azar haga algo… porque lo que es Juan… no llamó, no escribió, no apareció… o sea, no me vió!!! Vos te lo perdes!! (a quién engaño?!)…
Me sentí tan looser este fin de semana, que ni siquiera me anime a escribir nada de esto… como para no concretarlo en palabras para siempre… Horrible! Pathetic mal!
El domingo, el día del suicidio, el día más feo de toda la semana, el más largo y agonizante… (y para colmo, con mucho calor!) No pude parar de llorar… todavía creo que no sé por qué… si fue tristeza, bronca… Todo me sale mal! Ufa! Me nublé, me nublé, me nublé… y el sol no paraba de brillar, desconsiderado!
“Y me sentí tan especial, qué ingenua, mi torpeza… y me sentí tan esencial, qué ingenua, mi vergüenza… Me olvidaste, por mi parte… qué mediocre!”… la Sariñana no me estaba colaborando como sountrack!
Y, de repente, se largó a llover… y a quién no saben quién mandó un mensajito?! Agustín, el bombón de la oficina…
AGUSTIN: “Se terminaron mis vacaciones, de vuelta al caos… Te traje un regalo, nos vemos mañana”
Ven?! “Nos vemos mañana”… eso quiero, cosas concretas!
Feliz me dejé mojar por la lluvia en mi balcón…
Se fue Ximena y vino Bebe… “Hoy vas a ser la mujé, que te de la gana de ser; hoy te vas a querer como nadie te ha sabido querer; hoy vas a mirar pa´lante, que pa´atrás ya te dolió bastante; una mujer valiente, una mujer sonriente, mira como pasa…”
Y olé y olé…
PD: Hoy lunes, Agustín me dio su regalo: unos garotos… y sí, a la gordita le regalamos comida, qué mas?! Me los trajo en agradecimiento porque hice parte de su trabajo en su ausencia… Quise salir corriendo y esconderme en el baño a llorar… pero, no pude, porque el hdp de my boos me tuvo de aquí para allá… Ya en casa, después de cenar una ensaladita completa condimentada con angustia, me di un atracón de garotos y lágrimas… “Quiero ver las cosas como son, eres quien eres, mala si quieres, quiero que me quieran como soy…” (volvió a sonar Ximena Sariñana para ayudarme a desplomar)… Snif, snif…

lunes, 4 de enero de 2010

HAPPY NEW YEAR

El viernes fue un día raro… típico de los feriados, característico del día después de un casamiento o alguna celebración similar… De rotura, digamos…
Sin mucho que hacer, sin ganas de nada… me senté en la compu como una zombie… Intenté escribir algo de todo esto, pero el ánimo no me lo permitía… Todo me salía oscuro, turbio, muy turbio… Me colgué en el Facebook a chusmear las fotos de los festejos ajenos y descubrí que uno de mis amigos había puesto fotos de la fiesta (a la cual yo llegué de mañana)… En una, encontré a un amigo que no llegué a cruzarme y comenté: “Negro querido, cómo me hubiese gustado haber llegado antes para verte!”… Unos segundos después, me salta un mail de aviso, que Juan había comentado una foto del mismo álbum… Ta-tan-ta-tan!!! Inmediatamente, cliquié para ver el mensaje: “A mi también me hubiese gustado que llegaras antes”… No, no me hagas esto, nene!!!
Yo no lo tengo en mi lista de amigos, porque siempre evité adjuntarlo, para no caer en la tentación… como si se tratase de un postre prohibido en época de dieta…
Me pidió admisión, la cuál le concedí a gran velocidad y nos pusimos a chatear… En cuánto vi oportunidad, le tiré la del mensajito de texto sin respuesta… Cambió su celular… Y sí, después de tres años, es algo lógico… algo lógico que a mi no se me ocurrió pensar, por supuesto! Palabras van, palabras vienen… lo terminé invitando a cenar a casa… (esa es la actitud!) Y, él aceptó… “We are the champions, my friends”
Cayó pasadas las ocho de la noche y, luego de un breve recorrido por mi humilde morada, nos tiramos en el sillón a mirar la tele y degustar una picada improvisada, acompañada de cervecita bien fría… Charlamos de pavadas y nos reímos mucho… y surgieron cosas como estas, que no sé donde encasillar:
JUAN: “Da placer verte comer” (a veces los tipos dicen cosas que, definitivamente, no piensan… este chico no sabe que yo me siento gorda?! ¿Cómo me va a decir una cosa así? ¿Qué pretende? ¿Qué me angustie?)
MANUELA: “A vos te dará placer… a mi me da repulsión… y después, culpa”
Largó una carcajada y yo descomprimí un poco…
Mi perra era una gráfica de lo que me gustaría haber hecho a mi: estaba toda despatarrada, tetitas para arriba, dejándose acariciar por Juan… Dichosa ella!!!
De postre, tomamos un helado bombón, de esos de palito (bah, “comimos”… yo me lo devoré cual depredador! Un horror! Es que me mata la ansiedad!) y me quedó toda la boca manchada de chocolate y vainilla… (podía sentir el pegote en la comisura de los labios… divina!)
Nada mejor para calentar a un tipo que darle la viva imagen de un chancho en un chiquero o de un infante comiendo su primera papilla!! Corre, muchacho, corre… Run, Forest. run!
Sin salida, decido decirlo en voz alta, mejor develar la luz de mi bochorno que quedar con la cara como un payaso, y que los dos nos hagamos los boludos para no pasar un momento incómodo… Ante todo, siempre reírse primera una de una misma! Papelonera, pero con humor!
MANUELA: “Nunca aprendí a comer helado… me voy a lavar la cara, quedé toda enchastrada”
JUAN: “Te quedaron bigotes”
Lo dijo y se sonrío… y yo morí enterrada en esa sonrisa.
Acto seguido, me agarró la cara entre sus manos y yo me congelé… Qué se hace en estos casos?? En forma de cubeta de hielo!! Movió su dedo gordo, recordándome ese movimiento clásico que hacía mi mamá segundos antes de mojárselo con su saliva y fregármelo por los bordes de la boca… Algo que yo odiaba, algo que no me podía dar más asco!!! (Igual con él ni me inmuté, una cosa es la saliva de mi madre, otra muy distinta la de un chico que quiero que me bese)… Juan desvió su dedo hacia un vaso con agua y me mojó los labios con él, delicadamente, sacándome parte del dulce del rostro… (Confieso, a esta altura yo quería que me saqué todo!). Volvió a mojar su dedo en el agua y repitió la operación… salvo que esta vez, en lugar de limpiar su dedo en el líquido, se lo lamió… Yo estaba al punto del orgasmo (se tratará de esto el sexo tántrico?!)…
Él sonrío otra vez, y dijo: “El tuyo era con vainilla… quería probarlo”.
Yo emití un sonido, no lo recuerdo con claridad, fue algo así como una risa y un suspiro y un gemido… Él seguía con su sonrisa enrostrada… y volvió a hablar: “Te quedó un poquito”… y, sin dudar, se acercó y me dio un beso (en verdad, me partió la boca… pero me daba no sé qué decirlo… pero, sí, gente, por qué no ostentarlo: me partió la boca… y qué bien lo hizo! No hay nada que hacerle, es la experiencia que da ser cachivache!)…
Yo me reí… es que me río cuando me pongo nerviosa… soy una estúpida!
Por suerte, él ignoró mi accionar y siguió con los besos, que siguieron en caricias, y así, sucesivamente… Y ese sucesivamente, se sucedió repetidas veces… hasta que nos dormimos extenuados y en cucharita en mi cama!!!
Se fue el sábado al mediodía y yo quedé feliz… feliz con este comienzo de año!! Welcome home, 2010, welcome home!!!

PASADA DE ANIMO FESTIVO

No me mori, no me secuestraron… sólo fui bombardeada por el espíritu navideño y después el de fin de año me terminó de rematar y dejar de cama! Y me desaparecí…
Pero, hoy, me puse las piletas y acá estamos…
La previa a la navidad fue movida e inquietante… al menos, para mi, que odio ir de Shopping y siempre lo dejo para último momento (ya aclaré que tengo un problema con eso, no es que me esté justificando, pero porque sean días festivos y lo esté tratando en terapia no voy a dejar de ser una gran postergadora de la noche a la mañana)… Me zambullí en la odisea que implica ir a comprar los regalos… salí bastante ilesa y pude cumplir con mi cometido! (aunque mi bolsillo quedó seco, seco!)
La nochebuena fue familiar y tranquila, solemos ser pocos y no muy ruidosos… sólo hay que lidiar con la exagerada decoración navideña de mi abuela, que se empeña en poner hasta el mínimo detalle alegórico… incluso varios importados, como el algodón en las plantas y árboles de su casa, como si se tratara de nieve!!! Hace 40º a la sombra y los arbolitos de navidad están nevados?! Esto es Buenos Aires, señores, no New York! Me indigno…
La navidad sólo es valedera si hay niños, sino… solamente es calórica!!!
Entre medio seguí de festejos: reuniones con amigos y brindis varios… Ah, y me corté el pelo, en un ataque de hartazgo con mi tupida melena y empujada por la falsa esperanza que da la frase “renovarse es vivir!”…
Llegó la noche vieja… la última noche del año!!! Este fucking 2009 se fue al fin… para darle la bienvenida al 2010, que esperemos traiga mejores vientos…
Tuve cena familiar, nuevamente, pero esta vez del lado paterno… que somos muchos y quilomberos!!!
Pregunta: ¿por qué la gente tiende a vestirse de blanco para el año nuevo? A mi nadie me aviso que era una máxima! Y, mientras mis primas y tías vestían de blancura radiante, yo me fui enlutada, con vestido, leggins y saquito (sí, saquito un 31 de diciembre! Este clima choto con refrescación… Y sigan nomás talando el Amazonas!!!)… todo de estricto negro!!!
Después de comer los clásicos platillos fríos (todos engordantes, obvio!) y embeberme en champagne, bailé con mi parentela todos los ritmos (menos reggaeton, vale la aclaración: ahí me senté a comerme unas nueces… para el amor?! No, a mi ni las nueces me salvan… Mejor como alcauciles para el olvido!)… Incluso deleité a los mayores haciendo unos pasitos de tango (que aprendí en mis clases de baile!!)… Cuando una es grosa!
Cuando empezó a menguar el ánimo festivo en casa de mi tío y los fuegos artificiales se acabaron (en realidad fueron opacados por los del vecino, que siempre se pone a ostentar con su pirotecnia y convierte a nuestras cañitas voladoras en simples chaski boom!), me fui a seguir de ronda en casa de una amiga…
Para cuando llegué, ya estaban todos bastante copeteados… incluso yo! Pero, en año nuevo todo vale… así que seguí tomando!!
Había mucha gente querida, mucha gente copada y mucha gente que no tenía idea quiénes eran… Lo cuál a veces es muy conveniente, sobre todo si una está, cómo decirlo, verbalmente libre de decir lo primero que se le cruza por la cabeza!! Total… la culpa la tiene el alcohol!!!
Y en ese estado me la agarré con una minita que hace rato tengo entre ceja y ceja… Ella me da letra, también!!! Es que cada vez que la veo: suma! Negativamente hablando, por supuesto… Es amiga de la amiga de una amiga… así que lo que termine pensando de mi: me chupa un huevo! Jajaja… Ni siquiera la amiga de mi amiga me cae bien, así que que se curtan en grupo! La susodicha se apareció vestida con un catsuit (o sea… traje de gato, literal!) muy cortito, que dejaba al descubierto mucho más que sus piernas flacas (se le transparentaba la bombacha metida en el ocote… hay necesidad?!) y se adornó con unos accesorios… grasas! (perdón, no es por ser despectiva, que lo soy muchas veces – cuando me dejan ser mala -, pero no hay otro término que le quepa)… Encima, se empinó hasta el agua de los floreros y se puso a dar espectáculo bailoteando al mejor estilo “perreo” (odio esta definición porque está emparentada con el horrible reggaeton, pero no hallé mejor descripción)… No, querida!!! No da… No si yo estoy presente y con ganas de empuñar cualquier elemento punzante en tu contra! Como no tuve el permiso para asesinarla, me dediqué a ningunearla cada vez que pude… Ay, y como lo disfruté!
Claro, que ella no acaparó toda mi atención durante la noche… me divertí con mis amigos, bailando hitasos ochentosos (un capo el DJ Peluffo!- chiste interno-) y rescatando cigarrillos caídos en el techo del vecino… Todas cosas normales en ámbito de festichola! Había una consigna en la velada: subirse a un banquito para bajar con el pie derecho al 2010! Genial… sólo que yo no registré la última parte y me bajé con el izquierdo… (y, bue, es mi lado zurdito que no descansa)… ¿Será premonitorio? ¿Influirá en mi futuro? En ese momento, no me importó… el coraje que dan las copas demás, vió?!
El amanecer nos sorprendió cantando Sergio Denis en la terraza… buenísimo! Cuando ya estaba más para ponerse la malla y echarse al sol que para seguir de copas, emprendí la retirada junto a una de mis amigas…
La búsqueda de un taxi libre fue extenuante… nos sacamos los tacos y aparecieron las ojotas salvadoras de adentro de las carteras! Al rato, nos sentamos en el cordón… la verdad, que buena imagen no dábamos, pero no es un día para ponerse a juzgar! A esa hora y en ese estado, una hace lo que puede y gracias! Al fin, apareció un tachero al rescate… y en quince minutos estuvimos en mi casa.
Apenas nos sentamos en el sillón, saqué mi celular de la cartera (ahí durmió desde de la medianoche en adelante) y vi que tenía algunos mensajes… entre ellos un par de un amigo, que me invitaba a una reunión en su casa e insistía con contar con mi presencia… le contesté por cortesía que recién los leía y que le deseaba un buen año… y me llamó al instante, para quemarme la cabeza con que vaya, que aún muchos de ellos estaban ahí… Es un grupo con el que, en otros tiempos, compartía mucho y que, con el pasar de los años, fuimos menguando en los encuentros… tenía ganas de verlos y sentí más ganas cuando mi amigo me mencionó a los presentes… entre ellos estaba Juan, mi gran no amor, mi primer cachivache (negado ante mi por su pleno estado)… Le prometí que si conseguía un taxi, me daba una vuelta…
La verdad es que por verlo, me hubiese ido en bicicleta… situación que únicamente admití ante mi fiel amiga… quién, generosa y bella, se empecinó en arrastrarme hasta ahí!
Juan es las preguntas sin respuestas, es el que hubiese pasado si… Tal vez sea mi día, quién sabe?!
Caminamos varias cuadras en busca de un vehículo negri-amarillo, pero no tuvimos suerte… Estaba a punto de darme por vencida, cuando apareció a lo lejos el colectivo 84… Me bastó con una mirada, para que mi amiga levantara el brazo para pararlo… Nos subimos nomás, y por $1.25 viajamos derecho a mi posible felicidad… (o una alegría, algo, please!)
Llegamos a destino (y esto, tengo que ponerlo, porque habla de un gran acto de amor o desesperación, según se mire… la casa de mi amigo queda a tan sólo cuatro cuadras de la de mi amiga de la fiesta… nunca, en mis cábales, yo hubiese vuelto a recorrer esa distancia dos veces en un mismo día caótico para conseguir transporte… pero, bueno, son las cosas que hace una mujer por un hombre: ser patética?!).
Todos se alegraron de verme, y se pusieron más contentos todavía al ver las piernas “más bonitas (las más lindas piernas que ví, completaría el Indio Solari)” de mi amiga en su mini-short… Babosos!
Después de los saluditos de rigor, busqué a Juan entre la muchedumbre (bueno, no sé si muchedumbre, pero unos diez borrachos había al menos… y todavía de pie, que es un mérito… eran las 8.30 de la mañana!)… Finalmente, se apareció entre dos flacos que no conocía, con un vaso (winnerrrrrr!!!) y un pucho colgándole de la boca… Todo un retrato: mamá, te presento a mi novio! Sííí!!! Sigue siendo un cachivache… Hace más de tres años que no lo veo, pero no cambió en nada… y su efecto en mi, tampoco… Me quedé muda, yo, el lorito parlanchín, que siempre tiene algo para decir… shhhhh!!!
Se sonrío al reparar en mí, siempre hace lo mismo, para mi que es un acto reflejo cuando ve a gente que conoce, no creo que tenga que ver con su alegría por verme (autoestima!! Eyy!! No me dejes sola en esta!!)… Se acercó y me saludó con un abrazo efusivo… Uh, justo un abrazo tenía que ser… Sé como responder a un beso en la mejilla, pero a los abrazos… Lo rodeé con mis brazos, en un gesto algo contracturado, y le dí una palmadita cuando creí pertinente el momento de separarnos… ¿Cuándo termina un abrazo? ¿Cuánto tiempo estimado debe durar? ¿Hay que sólo quedarse rodeando al otro o es propicio regalar una caricia? Agggg… No sé abrazar…
Nos quedamos conversando un rato en grupo, y yo hacía lo imposible por no quedarme tildada mirándolo… De repente, la gente se dispersó y quedamos los dos en medio del living con los vasos vacíos… Me invitó a rellenarme el fernet (sí, fernet… una mezclita me mandé, pero con disciplina… si una esta ebria, que no se note) y nos fuimos juntos a la cocina… que estaba desolada!! Genial!
Le gustó mi corte de pelo y verme…
JUAN: “Me tenías abandonado” (Insolente! Él corrió despavorido cuando me vió intenciones para con su persona, ya que todos dictaminaban que no era para mí y no quería romper la quietud del círculo cercano al que pertenecíamos en ese entonces… Histérico!)
MANUELA: “Perdón?” (fue lo único que supe decir… no me pidan que cabecee!)
J: “Digo, que nos tenías abandonados… hace mucho que no te juntas con nosotros” (Cagón!!)
M: “Yo con los chicos me veo bastante seguido, no como antes, pero las rutinas no son las mismas…”
J: “Pero, yo no te vi más…”
Ahá… ¿Y entonces? Por favor… un apuntador al escenario!! Cuando mi cerebro de mosquito dio con las palabras para una réplica, aparecieron todos bailando en trencito y nos condujeron hasta el patio… La euforia del dancing se extendió más de lo deseado y, para cuando murió, también lo hizo el clima entre los dos…
Los relojes marcaban las 10 de la matina… Ya nadie se veía agradable a los rayos del sol y acusamos recibo de la edad y llegó el momento de despedirse…
No supe encontrar una excusa para acorralarlo a solas… Qué voy a hacer… me faltan agallas!
Nos despedimos en la puerta, entre muchas personas, muy rápido… Horrible!
Me quise quedar con la sensación agradable de, al menos, haberlo visto… pero eso no me conformó… Me sentía una idiota mientras me subía al auto de otro amigo que se había ofrecido a llevarnos… En realidad, me dejaron a mi, solita, en casa… Y mi amiga se fue con él… Looser!!! Qué bien arrancaste el año, Manuelita!!
Me pegué una ducha para sacarme el olor a perdedora y a las 11.30 de la mañana, antes de desayunar sobras y sacar a pasear a mi perra, tuve un acto de heroísmo: le mandé un mensaje de texto: “Fue lindo verte, ojalá se repita pronto!”
Nunca respondió, lógico! Chicos, es año nuevo, no reyes!!! Alguien que me avise!!Me terminé durmiendo a la una del mediodía, con la tele prendida en un “Llame ya!” y con migas de pan dulce en el pijama… No, si yo la hago, la hago completa… Bienvenido 2010… por qué no te vas un poquito a la m…?! Eh?! Eh?!